Hace algo más de dos años, Kent Bazemore era más conocido en la NBA por ser uno de los mejores animadores de banquillo en los Warriors que por su aportación en cancha. Pero tras un buen final de temporada 2013-14 en los ya irrelevantes Lakers de Mike D’Antoni, su carrera despegó. En los Hawks se ha convertido en un especialista en revolucionar partidos primero desde el banquillo y ahora como titular.
Tres triples seguidos de Bazemore (16 puntos al final) antes del descanso cuarto lanzaron a Atlanta a abrir las primeras diferencias ante unos Celtics extrañamente faltos de intensidad y con un desconocido Isaiah Thomas (7 puntos en 29 minutos jugados). Previamente, los Celtics habían llegado a tener 10 puntos de ventaja (19-29 a mediados del 2º cuarto), pero acabaron arrojando la toalla ante el mayor acierto de unos Hawks mucho más enteros en un partido que acabó con un rotundo 110-83.
Un tercer cuarto para la historia
Tras del descanso, el partido quedó muerto para sentencia. Kyle Korver, Mike Scott, Dennis Schröder y Paul Millsap enlazaron cuatro triples casi consecutivos para impulsar un parcial de 18-1 ante Boston que no tuvo respuesta. Las ausencia de Avery Bradley y los problemas físicos de Kelly Olynyk se notaron de forma especial ante la baja forma de Isaiah Thomas y la regresión de un Marcus Smart que perdió la magia de su brillante actuación en el Game 4.
Thomas dio el gran susto
Pero la derrota y quedarse a un partido de la eliminación pudo no haber sido la peor noticia para Boston. A finales del tercer cuarto, Isaiah Thomas, su gran estrella y, hasta anoche, el máximo anotador de la NBA en estos Playoffs, se torcía el tobillo izquierdo. Los Celtics anunciaron que el base sufría un esguince leve y no volvería al partido, aunque estando ya casi 30 puntos abajo tampoco había mucha urgencia. Con dos días para recuperarse, Boston espera que Isaiah Thomas esté recuperado para afrontar el que será ya un partido a vida o muerte para el equipo entrenado por Brad Stevens