Poco se ha hablado del traspaso que llevó a Doug McDermott, además de a Taj Gibson, a los Thunder, a cambio de otro paquete de suplentes — Joffrey Lauvergne, Anthony Morrow y Cameron Payne—. El ex de la universidad de Creighton se apuntaba al Draft como el mejor anotador de su promoción (26,9). Un auténtico peligro cuando entraba el calor y la confianza le asaltaba.
Por debajo de las expectativas
En sus casi tres años en los Chicago Bulls, no hemos podido verle una gran temporada. Pero tampoco se le ha dado la mejor oportunidad. Su máximo de minutos ha sido este año, con 24,4, a los que el jugador ha respondido con 10,1 puntos de promedio. Las lesiones tampoco han ayudado a que coja el ritmo necesario para mantener caliente su muñeca. Así como la ausencia de titularidades para probarse desde el inicio con el mejor quinteto a disposición; sólo nueve partidos jugados desde el inicio en toda su carrera.
McDermott, jugador microondas, gran muñeca desde el triple cuando entra en ritmo, tiene todos los ingredientes, a sus 25 años, de estar en ciernes de una eclosión; de si las cosas salen como deben, ser, por qué no, candidato al MIP.
Fin de su contrato rookie
Y ahora es jugador de OKC. En Chicago apostaron por Mirotic como su 6º Hombre y lo dejaron escapar. Y ahora cualquier rédito que pueda proporcionar el alero pertenece a Oklahoma City; y éste espera que así siga siendo. «Me encantaría quedarme en Oklahoma por mucho tiempo», ha dicho un McDermott que entra en su último año de contrato de novato y será agente libre el próximo verano.
«Siempre me han encantado los Thunder. Siempre quise jugar aquí». El alero se ha criado en Midwestern, donde su padre Greg era entrenador de balocesto, y echó raíces en el equipo que posteriormente se trasladaría de Seattle a OKC.
A las órdenes de Billy Donovan, McBuckets ha jugado en OKC desde que se produjera el traspaso a mitad de campaña, 22 partidos de regular season y 5 de playoffs, con promedios de 6,6 y 5.0 puntos respectivamente.