Esto no debe sentar bien a Markelle Fultz. Tras un temporada que empezó mal con una extraña lesión en el hombro y que está concluyendo con su ostracismo en los actuales playoffs, el número 1 del Draft de 2017 escucha ahora como la que podemos definir como mayor leyenda de la historia de los 76ers, Julius Erving, admite que visto con perspectiva, la elección de Philadelphia debería haber sido otra.
«Probablemente Tatum debería haber sido la primera elección del Draft. Estaba ahí. Pero se trató de una cuestión de ajustes. Nos hicimos con Fultz, Philly se llevó a Fultz y, obviamente, todo su año de novato. Creo que el año que viene será un novato al estilo de Simmons por las lesiones. Pero Tatum ha estado increíble. Parece que cuento tienes un jugador que puede elevar su nivel de esta forma en playoffs, es que tienes a alguien especial».
«Por lo general, tras la universidad, se hace duro pasar al siguiente nivel, y es por eso que solo hay un puñado de jugadores que realmente pasan al siguiente nivel y elevar su juego, caso de Donovan Mitchell, Taum y algunos de los novatos… Me gusta Tatum», comenta Dr. J en declaraciones a ESPN.
¿Comparación injusta?
Vaya por delante que el nivel de todos los rookies suele medirse cada año para analizar qué equipos han acertado, cuáles han errado y quienes han cometido el mayor robo. Sin embargo, poner en la misma balanza a Fultz y Tatum carece de sentido. Tatum, tras una temporada repleta de minutos y oportunidades para crecer, ha llegado a la post temporada con confianza plena en su juego. Fultz, con el peso de ser un número 1 que apenas ha podido jugar, está prácticamente de pretemporada cuando no hay tiempo para ello.
Lo comentado por Erving públicamente puede no parecer lo más apropiado para que el base de los Sixers levante su ánimo, pero de igual manera puede tener justo el efecto contrario. Ver a una leyenda poniendo en entredicho su elección es un desafío, uno que Fultz debe aceptar y superar. Si lo toma así, como un reto para demostrar que puede tener el impacto que se le presuponía hace menos de año, Philadelphia podrá acabar sonriendo.