Jugar cinco partidos seguidos siendo el principal defensor de Nikola Jokic es un trabajo sacrificado. Más aún cuando el serbio aventaja a dicho rival en 15 centímetros. Draymond Green, uno de los mejores defensores de la historia y acostumbrado a frenar a sus pares en aparente inferioridad física, ha sido la pareja de baile de Jokic en la primera ronda del Oeste. Lo ha hecho además de manera prácticamente individual. Mucho más de lo que acostumbran las defensas con el probable MVP. Green ha conseguido contener a Jokic hasta cierto punto, pero Nikola ha acabado firmando una serie a la altura del jugador que es a pesar de la temprana eliminación. «Es un placer y un honor jugar frente a alguien tan hábil y talentoso» decía el interior de los Warriors al término de la serie.
Green continuaba poniendo en valor la dimensión del pívot. «Normalmente cuando alguien es tan talentoso suele ser algo blando, y el está muy lejos de ser blando. Es un jugador increíble». El de Golden State admitía haberle dado las gracias al término del encuentro a Jokic por hacerle mejor defensor. Lo cual no es moco de pavo viniendo de quien viene. Nikola ha terminado promediando 31 puntos, 13,2 rebotes y 5,8 asistencias en los cinco partidos disputados. Al final, los Warriors han conseguido minimizarle como creador de juego para sus compañeros, el objetivo principal de Kerr desde el primer encuentro. Aún así, Jokic deja atrás una eliminatoria impecable en lo individual para alguien que tiene que cargar con el peso de todo un equipo.
(Fotografía de portada de Ezra Shaw/Getty Images)