Cada vez son más los que alzan la voz ante el funcionamiento de las votaciones a la hora de repartir premios individuales en la NBA. Parece que estamos cerca de que la prensa deje de ser verdugo en esta cuestión. O al menos que buena parte de los salarios de los jugadores dependan del cuarto poder. Como no podía ser de otra forma, una de las opiniones más vehementes ha sido la de Draymond Green, que ve un gran error en que los periodistas sean los que votan estos galardones. «Es absolutamente inaceptable [que vote la prensa]. Porque son seres humanos que pueden tener rencillas personales con los jugadores implicados» decía en su podcast personal.
Green decidía ponerse a sí mismo como ejemplo. «Tengo 32 años. Cuando tenga 40 seguramente sea uno de los que voten estos asuntos y si un jugador no me gusta personalmente no votaré por él y le podré costar 40 millones de dólares. […] Hace unos años fui el más votado para el primer puesto y hubo alguien que ni siquiera me votó para el tercer puesto. ¿Crees que eso fue un error?». El tema económico es el más candente en esta discusión.
Jayson Tatum habló hace unos meses en el podcast de J.J. Redick sobre cómo el sistema de votaciones le había costado alcanzar el máximo de su extensión rookie. En aquella charla el de los Celtics también aludía al sinsentido de seguir separando los huecos en quintetos All-NBA por posiciones. Por las cuales es más que posible que Embiid, Jokic o Antetokounmpo se queden fuera del mejor quinteto del año.
Pero no solo los jugadores denuncian esta injusticia, también cierto sector de la prensa especializada. Chris Herring, reputado periodista de Sports Illustrated, declaraba hace poco en el podcast de Zach Lowe no sentirse cómodo con ser uno de los elegidos para la votación. La NBA se sentará a negociar junto con la Asociación de Jugadores el próximo convenio colectivo. En él, seguramente uno de los puntos a erradicar de anteriores negociaciones sea este. Los jugadores están perdiendo demasiado dinero por asuntos que no están ni remotamente bajo su control.
(Fotografía de portada de Ezra Shaw/Getty Images)