Golden State necesitaba cambios y Steve Kerr los ha acometido. El técnico, viendo como su equipo no terminaba de remontar el vuelo tras un complicado comienzo de campaña, ha realizado algunos cambios de calado en su rotación para equilibrar el rendimiento de los titulares y la segunda unidad. ¿A qué nos referimos? A mezclar jugadores de ambos grupos.
Así es. Sin que se trate de una revolución ni mucho menos (el quinteto titular sigue siendo el mismo), el head coach de los californianos ha querido dar mayor consistencia a los minutos que el equipo pasa sin Stephen Curry en pista con dos chicos de su plena confianza: Draymond Green y Andrew Wiggins. La diferencia respecto al plan inicial del curso es que ahora estos dos jugadores compartirán más minutos con la segunda unidad, convirtiéndose así en una especie de guías para el resto. El propio Green lo explica.
«¿Qué estoy haciendo? En primer lugar, simplemente intento reducir la velocidad de la unidad. Esa unidad no debería jugar tan rápido como la primera unidad. Debería ser más metódica. Deberían ceñirse más al plan. Deben trabajar con movimientos más pautados en lugar de movimientos y ataques aleatorios. Creo que, en mi caso, solo tratar de reducir la velocidad de esa unidad y, en segundo lugar y más importante, asegurarme de que esa unidad esté defendiendo», sentencia en declaraciones a Anthony Slater de The Athletic.
Exacto, Green ha tomado la responsabilidad de ser quien marque el paso para los chicos que salen desde el banquillo. Los Warriors han mejorado ligeramente al ganar seis de sus últimos diez partidos para situarse con 9-10, pero aún están lejos de ser el equipo que pretenden. Puede que este ajuste les ayude a escalar con mejor ritmo hacia las primeras plazas de la Conferencia Oeste.
(Fotografía de Christian Petersen/Getty Images)