Uno de los jugadores más importantes de Golden State Warriors, Draymond Green, participó en su primer entrenamiento con el equipo desde principios de enero. La recuperación de la lesión en su espalda progresa adecuadamente mientras Green acorta plazos para volver lo antes posible con sus compañeros.
«Es genial tener su energía de vuelta en el gimnasio y poder escuchar su voz» confesó el entrenador de los Warriors, Steve Kerr. «Lo he visto muy bien físicamente. Así que ese es un paso muy positivo para él. Esto es un punto de partida», reconocía. El técnico también indicó que Green participó en ejercicios de tiro y acondicionamiento al ritmo de cinco contra cinco después de casi dos meses apartado.
«Mi progresión ha sido tremenda. Si comparas como estoy a día de hoy con como estaba hace siete u ocho semanas es como el día y de noche», señalaba el propio Draymond. «Estoy más fuerte que nunca en mi vida. He pasado seis semanas sentado en la sala de pesas, trabajando allí durante cuatro o cinco horas al día».
Green había recibido la autorización para volver a jugar al baloncesto a fines de enero, pero todos sus entrenamientos habían sido individuales hasta ayer. El propio jugador insistió en que su regreso sigue sin tener una fecha fija marcada en el calendario. «Estoy intentando regresar lo más rápido posible», dijo Green. «Desde este punto en el que estoy, siento que me quedan tres semanas más o menos, pero podrían ser cinco semanas. No es algo fijo. En una semana y media podría ser que mi acondicionamiento, mi fuerza y mi explosividad estén al nivel en el que pueda volver a jugar».
Estas tres aptitudes -acondicionamiento, fuerza y explosividad- son las que Green y el personal de entrenamiento están monotorizando para concretar cuándo estará listo para jugar en un partido. El objetivo de Draymond es participar en al menos un 10 o 15 partidos de los 22 restantes de la temporada regular.
(Fotografía por Ezra Shaw/Getty Images)