Las batallas fraternales están tan arraigadas que, según el Antiguo Testamento, el primer asesinato de la historia de la Humanidad fue entre hermanos. Afortunadamente, un partido NBA no llega a tales extremos, pero el partido entre Detroit y Washington se acabó resolviendo en un salto entre dos hermanos, a la postre gemelos, que acabaría siendo para el que vestía la camiseta de los Pistons. Con un palmeo sobre la bocina de Marcus Morris sobre Markieff Morris, Detroit ganaba a Washington por 113-112.
Un palmeo para la victoria
Washington dominaba por 1 punto a 27 segundos del final, en un final lleno de desaciertos sin canastas anotadas en juego en los casi dos minutos decisivos. Reggie Jackson fallaba la canasta para poner a Detroit por delante, pero Andre Drummond recuperaba la última posesión para su equipo. Tobias Harris lo probaba dos veces, la primera recibiendo un tapón de Bradley Beal, y la segunda tocando aro.
El rebote de ese segundo tiro, mientras el tiempo de partido se consumía de forma irreversible, salía disparado a donde Marcus y Markieff Morris se encontraban. Compañeros hasta su paso por la universidad de Kansas, el draft de 2011 les separaba, reeuniéndose dos años después cuando Marcus era traspasado a los Suns de Markieff. El experimento duraba dos años, hasta que Marcus era traspasado otra vez a Detroit, aún su equipo.
Dos equipos en racha
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— Detroit Pistons (@DetroitPistons) January 22, 2017
Y para los Pistons fue la victoria. Marcus conseguía estirar unos centimetros más el brazo para superar a Markieff y dejar un palmeo que decidía el partido ante la alegría del público del Palace de Auburn Hills. Fue un perfecto cierre para Marcus Morris, quien jugó uno de sus partidos más completos con 25 puntos y 11 rebotes. Su hermano, Markieff, fue con John Wall el máximo anotador de Washington con 19 puntos, pero solo uno de los Morris salió con la alegría completa.
De esta forma, Detroit consigue su tercera victoria consecutiva para mantenerse en la pelea por los Playoffs, todo con el valor doble de hacerlo ante un rival potencialmente directo como Washington. La derrota de los Wizards interrumpe lo que estaba siendo el momento más dulce del equipo de Scott Brooks esta temporada tras haber ganado siete de sus ocho partidos anteriores. Un salto entre hermanos lo acabó decidiendo.