Durant y Curry abren las Finales arrollando a Cleveland

66 puntos, 18 asistencias, 2 pérdidas. La letal producción ofensiva de Kevin Durant y Stephen Curry, sumada a una espléndida defensa de equipo, le sirvió a Golden State para abrir las Finales con un claro triunfo frente a Cleveland por 113-90. Incapaces de cerrar la pintura, los Cavaliers salieron con malas sensaciones del Game 1, con un banquillo inoperante y fiado a sus estrellas. Pero ni el talento de LeBron James y Kyrie Irving bastó para evitar una derrota sin paliativos frente a unos Warriors impecables.

Inicio engañosamente igualado

El duelo empezaba fallón por ambos lados, con Zaza Pachulia (8 puntos en 14 minutos) como sorprendente referente ofensivo de los Warriors en los primeros minutos. Por supuesto, esto no duraría demasiado antes de que Durant y Curry tomaran el control. En el lado contrario, los Cavaliers encontraban mejores opciones en el tiro exterior que en la pintura. Pero el precio a pagar por su presión defensiva en la pintura no era barato para Golden State, con Draymond Green y el propio Pachulia visitando pronto en banquillo con dos faltas.


Los Warriors compensaban el contratiempo con un Kevin Durant (38 puntos, 8 rebotes y 8 asistencias) espectacularmente agresivo atacando el aro, aprovechando su velocidad y contundencia para desbordar la defensa de los Cavs. La respuesta llegaba de LeBron James (28 puntos, 15 rebotes y 8 asistencias). La paciencia para buscar buenas posiciones de tiro quedaba a un lado. Matar el aro era la prioridad de ambos equipos.

Calma antes de la tormenta


Dos triples de Stephen Curry (28 puntos, con 6/11 desde fuera del arco, y 10 asistencias) cambiaban el ritmo, poniendo seis arriba a Golden State a finales del primer cuarto. La reacción era rápida por parte de Kyrie Irving (24 puntos), pero un triple sobre la bocina de Andre Iguodala cerraban 12 minutos frenéticos con los Warriors dominando por 35-30, en un duelo jugado a su ritmo ideal.

El primer descanso de LeBron James (quien ya acumulaba 15 puntos) llegaba a principios del segundo cuarto, con sus Cavs 7 abajo. El ataque de los Cavaliers perdía fluidez con estrépito, con excesivas pérdidas de balón que los Warriors, eso sí, no eran capaces de capitalizar de primeras. Sin Kevin Durant, Golden State perdía su capacidad de golpear el aro, particularmente de un desacertado Klay Thompson que terminaría con 6 puntos y un 3/16 en tiros de campo.

Implacable KD


Pero, con el alero de vuelta, los Warriors se convertían en una apisonadora ante una defensa de Cleveland excesivamente blanda. En sus segundas Finales, rodeado de otras estrellas ya con al menos un anillo de campeón, nadie salía con más hambre que Durant. Los Cavs hacían un buen esfuerzo defensivo en el perímetro, pero eran incapaces de controlar sus entradas a canasta. Los arrebatos de genio de Kyrie Irving evitaban que el partido se empezara a romper, pero los seis mates de Kevin Durant en la primera mitad (23 puntos al descanso) ya dolían a Cleveland.

El regreso de LeBron James a cancha tenía un reverso tenebroso en sus pérdidas de balón, acumulando 7 al descanso. En el otro lado, los Warriors solo sufrieron 1 (de 4 totales). Solo algunos fallos absurdos en la pintura por parte de jugadores no llamados Kevin Durant evitaban que la diferencia fuera casi decisiva a esas alturas. Tras dos cuartos, la ventaja era de 60-52 para los Warriors. Suficiente para mostrar su dominio, pero no para relajarse ante unos Cavaliers heridos en el orgullo.

Partido roto


Eso sí, no ayudaba a los Cavs que, de nuevo, Zaza Pachulia fuera capaz de dañar de nuevo a su defensa para abrir la segunda mitad, frente a un Tristan Thompson (0 puntos, 4 rebotes y 0 tapones) invisible. Tyronn Lue tenía que pedir tiempo muerto tras un parcial de 7-0 que colocaba a Golden State 15 arriba, pero nada cambiaba. Los Warriors llegaban a dominar por 21 puntos, sin que el esfuerzo constante de LeBron James por mantener vivos a sus Cavaliers hiciera excesiva mella. Tener delante a dos de los mejores anotadores de la historia como Kevin Durant y Stephen Curry era demasiado.

Una inesperada chispa aportada por Richard Jefferson desde el banquillo daba algo de aire a Cleveland, pero la brutal defensa de Draymond Green por un lado, y los ataques de genio de Durant y Curry evitaban cualquier reacción. Un parcial de 10-0 devolvía la alegría a un Oracle Arena que veía el 1-0 y la 13ª victoria de los Warriors muy cerca. A 12 minutos del final, el 93-72 de Golden State parecía ya inapelable. Ni LeBron James, ni Kyrie Irving, ni el trabajo no siempre agradecido de Kevin Love (15 puntos y 21 rebotes) era suficiente.

Final sin emoción


El resto del partido quedaba ya de rutina, con los Warriors esforzándose para darle tiros a un Klay Thompson absolutamente negado de cara al aro, aunque compensado con una excelente actuación defensiva. Tyronn Lue buscaba el milagro aguantando a LeBron James en cancha, pero la diferencia nunca dejaría de rondar los 20 minutos hasta que fue demasiado tarde. Por si había alguna duda, Kevin Durant se encargaba de disiparla, cerrando una actuación antológica.

Los Warriors ni siquiera necesitaban que otro jugador no llamado Kevin o Steph alcanzaran los 10 puntos. Si bien ni Draymond Green ni Klay Thompson brillaron en ataque, si fueron All-Stars en defensa. La noche de Cleveland terminaba con malas sensaciones, con un ataque limitado a la inspiración de LeBron James y Kyrie Irving y con demasiado secundarios desaparecidos. La ventaja final, de 24 puntos, pareció hasta corta. Solo el consuelo de saber de primera mano lo que es remontar a los Warriors una serie ayudó a su ánimo. Eso sí, hacerlo con un Durant a este nivel será misión aún más complicada.


EXTRA NBAMANIACS

Nuestro trabajo en nbamaniacs es apoyado por lectores como tú. Conviértete en suscriptor para acceder a beneficios exclusivos: artículos especiales, newsletter, podcast, toda la web sin publicidad y una COMUNIDAD exclusiva en Discord para redactores y suscriptores.