Kevin Durant seguirá en Golden State Warriors, eso está decidido; pero el contrato con el que hará efectiva tal decisión es toda una incógnita.
Remontándonos a la pasada campaña, recordamos que el alero aceptó firmar por 25 millones de dólares –más de nueve por debajo del máximo salarial–, para así ayudar a que los de Oakland pudiesen mantener un bloque fuerte renovando a Andre Iguodala y Shaun Livingston. Los Warriors agradecieron el gesto, ya que más allá del recorte de Durant, ahorraron una gran cantidad en impuesto de lujo. Ahora, un año después, eso no se va a repetir.
A la espera de conocer si Durántula elige firmar un 1+1 para poder optar a un acuerdo de cinco años en verano de 2019, o si prefiere ir ya por una vinculación larga de cuatro campañas, lo que es seguro es que en ninguno de esos casos tiene pensado renunciar a demasiados dólares. Así, al ser cuestionado por tal posibilidad, responde lo siguiente.
«¿10 millones de dólares? ¿Eso sería inteligente? El año pasado no creía que fuese a tomar tal recorte salarial, pero pensé que en ese momento era un buen negocio. Pero eso no sienta un precedente como para decir: ‘Voy a rebajar 10’. En estos momentos se estarían empezando a aprovechar de mí. ¿Sabes de qué estoy hablando? Sé que esto también es un negocio. Entonces, yo también debo manejar el mio propio», señala a Warriors Plus/Minus.
Mirando al futuro
De cara al curso 2018-19 la decisión de Durant puede tener poca relevancia, ya que tanto Klay Thompson como Draymond Green están bajo contrato por cantidades lejos de ser prohibitivas. Pero a partir del verano de 2019 no será así. Ese será el momento en el que el escolta será agente libre, justo un año antes de que ocurra lo mismo con Green. Ambos querrán sus respectivos aumentos, y si se suman a un KD percibiendo el máximo, la situación económica se puede convertir en insostenible. Si Durant quiere mantener el equipo unido, ese sería el momento de tomar un descuento aunque eso le situara por debajo de Stephen Curry –súper máximo hasta 2022–. Sin embargo, si quiere todo su dinero, Golden State deberá decidir, seguramente, qué pieza es la menos imprescindible.