Golden State ganó un anillo en 2015 y todos pensaban que repetían en 2016, más si cabe tras ponerse 3-1 arriba en las Finales ante Cleveland Cavaliers. No fue así. Los Cavs de LeBron James remontaron y tuvieron que esperar al aterrizaje de Kevin Durant en Oakland para tomarse la revancha por partida doble. Resumiendo: tres anillos en cuatro años y camino de un three peat que parece solo pueden dinamitar desde dentro.
Esos son los datos que empujan a Durant a vislumbrar lo que será un reconocimiento por todo lo alto en el Área de la Bahía. Un homenaje cuando todos estén retirados y que espera sirva para que todos los que vayan a ver a los futuros Warriors recuerden el legado que dejaron tras su paso.
«Sé a ciencia cierta que todos tendremos retiradas nuestras camisetas. Probablemente todos tendremos nuestras estatuas frente al Chase Center (nuevo pabellón en construcción de Golden State en San Francisco). Seremos leyendas en The Bay Area para siempre, lo que significa que las personas reconocerán a este equipo para siempre. Steve Kerr será una leyenda para la historia, así como Bob Myers y Job Lacob. Eso es lo que pienso y creo que va a pasar. Pienso en cómo será dentro de 50 años, cuando todos estemos en el Chase Center o dónde sea», expresa en el podcast de Chris Haynes de Yahoo Sports.
Puede parecer atrevido, pero no por ello es menos realista. Un equipo que puede seguir ganando anillos en años venideros y que ya leva tres en cuatro años. Un equipo –sin Durant–, que batió el récord de victorias en temporada regular con un balance de 73-9. Un equipo que no solo gana, sino que ha llevado el concepto espectáculo por bandera desde el primer día. Mucho tienen que torcerse las cosas para que el homenaje que les recuerde no se parezca bastante a lo que vaticina Durantula.
(Fotografía de Kevin C. Cox/Getty Images)