Un día después de ser despedido por los Toronto Raptors, Dwane Casey escribió una carta de agradecimiento a la ciudad y los aficionados de la franquicia en la que ha pasado los últimos siete años de su carrera.
En un texto enviado al diario Toronto Star, el técnico escribió:
«Querido Toronto,
Gracias.
Gracias a los aficionados al baloncesto en esta ciudad y en todo el país que han apoyado a los Raptors y han recibido a mi familia con los brazos abiertos durante nuestros siete años aquí. Gracias a todos los que nos apoyaron en el pabellón mientras trabajábamos para convertir este proyecto en un contender. También a todos los que nos daban su apoyo incondicional viendo los partidos desde casa mientras completábamos este viaje hacia la relevancia juntos.
Gracias por enseñarnos la manera canadiense de hacer las cosas. Esa manera de tratar con educación y tener en consideración a los demás es siempre la mejor manera de hacer las cosas. Esa diversidad es algo que debe ser abrazado y celebrado».
Dwane Casey sólo tiene buenas palabras para la organización, la ciudad y el país en el que ha pasado este último tiempo. El técnico que ha obtenido los mejores resultados de la historia de la franquicia fue despedido el viernes, después de ser barrido por los Cleveland Cavaliers de LeBron James. Exactamente el mismo resultado de los playoffs de la campaña pasada.
Respeto y cariño mutuo
Masai Ujiri, dueño de Toronto Raptors, habló maravillas sobre el técnico y afirmó que merece ganar el premio al mejor entrenador del año por su gran trabajo con el equipo. Además, hizo dos declaraciones que demuestran que esta separación ha tenido lugar en buenos términos: «No he conocido a nadie con más clase en toda mi vida» afirmaba Ujiri. «Puedo decir honestamente que no creo que trabaje con alguien que sea mejor como persona que él», concluyó.
Mucho cariño en las dos direcciones. Así concluye el camino de un técnico que ha llevado la franquicia a lo más alto de su conferencia en temporada regular pero que ha tenido la mala suerte de tener a LeBron James en el mismo lado del cuadro en la postemporada. Para llegar a las Finales siempre van a tener que ganar a James, antes o después. Y eso no es tarea fácil.