Después de recibir su decimoquinta falta técnica de la temporada, Dwight Howard se ha mostrado disconforme con el trato que está recibiendo del cuerpo arbitral. Al pívot le separa una infracción más de este tipo para recibir una multa de 5.000 dólares y ser suspendido un partido. Howard se siente «como si [los árbitros] me tuvieran fijado cada noche», y cree que la causa es su reputación.
Aún así, el jugador admite que va «a seguir jugando tan duro como lo estoy haciendo». Su indignación es máxima cuando recuerda la última técnica que le pitaron frente a Milwaukee el último sábado, como él mismo asegura, «por aplaudir». Aunque Howard está a disgusto general por cómo le trata el silbato, también admite ser demasiado irascible en cancha. «Algunas cosas están fuera de lugar, pero tengo que ser consciente de mi papel en el equipo y tener cierto autocontrol para poder seguir ayudando en pista. Muchas de mis técnicas han sido muy rápidas por lo apasionado que soy cuando juego».
Howard terminaba sus declaraciones postpartido excusándose por su forma de actuar. «Vengo de un baloncesto de vieja escuela. Me gusta el trash talk, el contacto, presionar al rival sin utilizar las manos. No es que lo haga con malicia». El pívot ha amontonado la notable cifra de técnicas en la temporada que menos minutos acumula por noche en su carrera —poco más de 17—, liderando la liga en este tipo de infracciones.
(Fotografía de portada de Mitchell Leff/Getty Images)