El titular puede parecer una broma, pero no lo es. Durante la jornada del miércoles en la NBA, Dwight Howard trató de realizar una jugada tal vez demasiado ambiciosa para él.
En pleno primer cuarto del partido que Suns y Hawks disputaban en Atlanta, el pívot capturó un rebote y decidió que lo mejor que podía hacer en lugar de dar la bola a su base era subir él mismo el balón y dictar la siguiente jugada. Howard, ni corto ni perezoso, pensó en ¿dar un pase a una mano para un alley-oop? a un compañero y el resultado fue catastrófico: en lugar de un pase lo que salió de su mano izquierda fue un misil que se estrelló en el tablero.
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Howard está tratando de expandir su juego e incluso tiene planes para lanzar triples, pero lo de emular a Magic Johnson le queda grande.