Eddy Curry es uno de esos enormes talentos del baloncesto que con el paso del tiempo ha quedado en el olvido. A sus 33 años se está preparando para volver a los terrenos de juego. La recién creada Basketball Champions League le espera junto a un gran número de viejas glorias.
El pívot ha participado recientemente en una charla-coloquio para un grupo de unos 30 alumnos de instituto. Pese a todo lo vivido y a todo lo ganado como jugador, ha reconocido que ha echado en falta no asistir a la universidad, lo que significa crecer como persona y como jugador antes de dar el salto a los profesionales.
«Sería increíble tener un diploma de la universidad. Literalmente yo era un niño que salió directamente desde el instituto», relató.
Su etapa en la ‘Ciudad del Viento’
Cuando todavía era un ‘chavalín’ imberbe de 17 años, Curry fue la gran apuesta de futuro de los Chicago Bulls. Directamente desde el Instituto de Thornwood aterrizaba en la NBA en el puesto 4º del Draft 2001. En la Ciudad del Viento pasaría cuatro campañas antes de cerrar su traspaso a los New York Knicks.
«Cuando estaba en Chicago, siempre me mimaron», reconoció Curry. «Realmente nos protegieron y nos mantuvieron alejados de un montón de cosas. Pero cuando fui a Nueva York fue todo lo contrario. Fue como un ‘boom enorme'», explicó.
A raíz de su etapa en los Knicks es cuando su carrera entró en un espiral de malos hábitos. Problemas con la justicia, incluida una demanda por acoso; problemas de sorbrepeso y sobre todo económicos. Lo que parecía una gran carrera terminó en el olvido tras jugar dos partidos oficiales en Dallas Mavericks en la temporada 2012-13.