Ejercicio de superioridad de los Celtics

Los Boston Celtics han dejado una grata impresión en su visita a España al imponerse al Real Madrid por un claro 96–111, el mismo resultado que se dio cuando ambos conjuntos se enfrentaron en 1988.

El encuentro comenzó frío en la grada mientras el Madrid lograba superar en el marcador a su rival por hasta 4 puntos. Sin embargo, el poderío Celtic unido a la escasa energía de varios jugadores de los blancos, propiciaron que el equipo dirigido por Brad Stevens se hiciera poco a poco con el control y llegara al intermedio con 11 puntos de ventaja (43–54).

El tercer cuarto, con defensas más relajadas, solo sirvió para que los verdes ampliarán su renta y dejaran sentenciado el encuentro mientras el Madrid asistía impotente a un dominio absoluto de los visitantes. Durante el último periodo los Celtics llegaron a acumular 25 puntos de ventaja pese a jugar con el fondo del banquillo. La diferencia de puntos en la pintura (56-26 para Boston), fue demoledora. 

«Se nos ha hecho largo el partido», reconoció Pablo Laso en rueda de prensa. «Me hubiese gustado disputar el partido en otro momento de la temporada», añadió el técnico blanco mientras sonreía a los medios. 

Los mejores

Isaiah Thomas y Avery Bradley fueron los puntales ofensivos del conjunto americano. Los dos jugadores insistieron en sus penetraciones una y otra vez logrando un total de 32 tantos entre ambos. Además, David Lee dejó muestras de su categoría con 13 puntos, 11 rebotes y 4 asistencias en 21 minutos.

Por el Real Madrid Trey Thompkins estuvo acertado de cara al aro con 24 puntos, seguido de Sergio Llull con 15. Sergio Rodríguez dejo algún fogonazo que levantó al público de sus asientos, pero no logró que sus compañeros siguieran su ritmo.

El ambiente

El Barclaycard Center se llenó hasta la bandera mientras algunos aficionados rezagados de última hora buscaban entradas para el partido.

La NBA se afanó en ofrecer un espectáculo que se asemejara a lo que se puede ver en Estados Unidos de forma habitual y lo consiguió en parte. Los asistentes disfrutaron de un pabellón bien preparado –la pista fue modificada totalemente para la ocasión–, pero la imposibilidad del Real Madrid de plantar cara a los Celtics evitó que el público se involucrara de lleno.

Eso sí, los aficionados ofrecieron una sincera ovación a los dos equipos cuando expiraba el choque, aunque se quedaron con ganas de algo más. “Quiero ver un partido entre dos equipos NBA”, decía un niño cuando salía con su madre del Barclaycard Center. Objetivo conseguido.


EXTRA NBAMANIACS

Nuestro trabajo en nbamaniacs es apoyado por lectores como tú. Conviértete en suscriptor para acceder a beneficios exclusivos: artículos especiales, newsletter, podcast, toda la web sin publicidad y una COMUNIDAD exclusiva en Discord para redactores y suscriptores.