Si algo hemos aprendido en estos últimos años en la NBA es que nunca se puede dudar de San Antonio Spurs. De una manera u otra, siempre encuentran la manera de seguir compitiendo a pesar de todas las dificultades con las que se puedan encontrar.
Hace tan sólo un mes, hablábamos de que nos encontrábamos ante los peores Spurs de la era Popovich. Los resultados lo confirmaban: ocupaban el penúltimo puesto de su conferencia, tenían balance negativo y eran la segunda peor defensa de toda la NBA. Un cóctel poco recomendable si la intención es competir en la complicada Conferencia Oeste.
Esto es lo que decía Gregg Popovich entonces: “Estamos muy confundidos en ataque. Y mucho de eso es por mi culpa. Tengo que hacer un mejor trabajo ahí. Defensivamente, es obvio que tenemos que esforzarnos más y ser más ingeligentes. Así que tenemos mucho trabajo por hacer”.
Y vaya si lo han hecho.
Lo cierto es que es normal que hayan necesitado un periodo de adaptación. Es el primer curso en el que no cuentan con ningún pez gordo de los que ha llevado a la franquicia a lo más alto en este último tiempo. Ni Parker, ni Ginobili, ni Kawhi…
Aún así, como siempre, Popovich y sus Spurs están compitiendo y ahora disfrutan de una gran racha gracias a dos factores principales.
La defensa y la selección de tiro.
La defensa
En las primeras semanas de competición, San Antonio encajó cinco partidos de más de 135 puntos. En toda la era Popovich, sólo habían recibido dos veces tal cantidad de puntos.
El trabajo atrás ha sido un punto clave de los Spurs durante todos estos años. Desde la temporada 1996-97, la primera de Popovich, sólo en cinco ocasiones han terminado fuera de las cinco mejores defensas y quince veces han estado entre las tres primeras.
Sin embargo, como decíamos, a principios de este mes estaban totalmente a la cola de la liga en este aspecto. Sólo un equipo defendía peor que ellos.
Pero se pusieron las pilas y cambiaron la dinámica.
San Antonio es la tercera mejor defensa de la NBA si tenemos en cuenta los últimos doce partidos. Es el equipo que provoca los peores porcentajes de tiros de campo de sus rivales con un 41,3 por ciento. Consiguieron una racha de siete partidos consecutivos dejando a sus rivales por debajo de los 100 puntos.
Y todo eso, evidentemente, les ha llevado a conseguir victorias importantes. Sólo han perdido tres partidos de los últimos doce y en estos momentos ya están en puestos de playoffs con un balance de 20 triunfos y 17 derrotas.
Si quieren mantenerse en esa zona de la clasificación del salvaje oeste es fundamental que mantengan el nivel defensivo de estas últimas semanas. Siempre ha sido uno de sus puntos fuertes. Tiene que seguir siéndolo.
La selección de tiro
El buen momento de San Antonio se extiende también al lado ofensivo de la cancha. En estos momentos son el quinto mejor ataque de toda la NBA y, si tenemos en cuenta los últimos doce partidos, son el mejor.
Es cierto que cuentan con DeMar DeRozan y LaMarcus Aldridge, dos de los mejores jugadores de toda la competición desde la media distancia pero el éxito de su ataque tiene que ver con la selección de tiro.
San Antonio es el equipo de toda la NBA con mejor porcentaje en tiros de tres. Tiran muy pocos, pero los que tiran, los tiran bien. Y si tenemos en cuenta los últimos doce partidos, también lideran la liga en porcentaje de tiros de campo en general.
Parece que la idea no es tirar muchos tiros y los que más puntos valgan, si no elegir bien los lanzamientos y buscar estar siempre en una posición cómoda para obtener mejores porcentajes. Un estilo un poco más vieja escuela que les está valiendo para situarse entre los mejores ataques de la competición.
La NBA pide jugar rápido y tirar muchos triples, pero a ellos les da igual. Son los San Antonio Spurs.
Pueden hacer lo que quieran.
(Foto de portada de Harry How/Getty Images)