El caos de los Lakers y cómo Magic y Pelinka pudieron erosionar la armonía en la franquicia

Lo destapa el periodista Baxter Holmes con testimonios de empleados de la organización, en un artículo para ESPN

Llevarán exactamente seis temporadas encadenando una decepción detrás de otra; sin presencia en los playoffs, pero de vez en cuando siguen dando que hablar casi más que nadie en la NBA. Aunque cuando haya vacas flacas en la cancha, casi siempre la narrativa que les acompaña no es del todo aconsejable. Empiezan a parecerse a cierta organización de la Conferencia Este…

En las últimas semanas, los Lakers habían sido noticia por doble vía; por un lado la inesperada (y bizarra) dimisión de Magic Johnson como presidente de la franquicia. Una huida de la que nada se comprendió al principio y que, precisamente, el segundo episodio de importancia reciente en los Lakers pudo clarificar.

Magic apareció en el programa de televisión The First Take (ESPN) alegando a tumba abierta que las puñaladas por la espalda y comentarios que no le gustaron de Rob Pelinka y otros en la directiva le hicieron renunciar a su posición de privilegio. Resultaba muy extraña una confesión de semejantes dimensiones, en un ente como los Lakers y por parte de una personalidad tan conciliadora como Johnson… Toda una bomba informativa y también destructiva.

Los Lakers y su sempiterno Juego de Tronos que alcanza varias temporadas más que el propio éxito televisivo. ¿Había sido suficiente para que las aguas estuvieran bastante desapacibles en los últimos meses? Pues no. Estamos hablando de los Lakers y cuando uno da una patada, aparecen varias historias e intríngulis de interés general y puede que nocivo en este momento de la película. Si con poco salen muchas cosas en el Staples, imaginemos lo que puede resultar con un artículo que ha llevado detrás meses y meses de investigación y decenas de fuentes informativas para poder elaborarlo.

El resultado de eso ha sido un artículo publicado por el periodista Baxter Holmes en ESPN que pone de manifiesto, con voz de testimonios internos en los propios Lakers, algunas de las vergüenzas de la franquicia en los dos últimos años. Cómo, supuestamente, el hacer de Magic Johnson y Rob Pelinka erosionó parte de la convivencia en la organización.

Aterrizaje y presión

Concretamente, el artículo empieza poniendo énfasis en el descontento y ambiente viciado que los modos de Magic Johnson y Pelinka instauraron a su llegada. Desde el mismo inicio casi.

Nada más aterrizar, Magic y Rob montaron una gran reunión con todo el personal de la directiva y parte de la franquicia. Este encuentro serviría como la presentación oficial en persona para gran parte del equipo y exposición de los nuevos objetivos como entidad que quería volver a aspirar a lo máximo.

En su discurso bautismal, según las fuentes interinas de los Lakers a las que pudo acceder Baxter Holmes para su pieza, Johnson expresó su emoción sobre los retos que tenían por delante como organización. También remarcó que no aceptaría excusas o fallos y que los que no estuvieran realmente «a bordo» y comprometidos con la nueva dirección, deberían marcharse, pudo decir Magic de acuerdo a seis miembros del personal de oficina de los Lakers.

Al parecer, en el mismo espacio temporal en el que se produjo aquella introducción, Magic acumulaba una gran cantidad de perfiles en papel de sus trabajadores encima de su mesa oficial; poseía la capacidad de reemplazar a cualquiera de sus trabajadores y los subordinados lo sabían, relata el artículo.

«Fue chocante. Si vas a estar en este negocio, ya tienes suficiente presión sobre tus hombros. No hace falta que nadie te ponga más encima, especialmente alguien que se supone que es tu aliado en esto», confiesa una fuente anónima que pertenecía al staff de los Lakers en ese momento.

Además, continúa la versión de Holmes en el escrito, muchos trabajadores describían a Magic Johnson con un tono de confrontación. «Si le rebatías en lo que fuera, su respuesta siempre era en un tono de amenaza. Usaba la intimidación y el bullying como manera de mostrar su autoridad», podía aseverar una fuente que estuvo en ese cuerpo directivo en los últimos dos años.

No contaba, pues, Magic Johnson con el favor de muchos de sus trabajadores en los Lakers, como puede relevar el artículo de ESPN de acuerdo a protagonistas directos de la historia.

No entró con buen pie el alma mater del Showtime en los Lakers.

Episodios de ansiedad y pánico

Pero había más. Bastante más.

De acuerdo a cerca de una docena de antiguos y actuales miembros de la organización, los Lakers estaban llenos de taras y «disfunciones» bajo el legado de Johnson y Pelinka. Estas mismas fuentes describían la forma de gobernar de sus dos jefes con muchos aspectos mejorables: acciones que inspiraron investigaciones y multas por tampering, reprendían a miembros del equipo, incluido Luke Walton (técnico) y crearon una cultura que muchos trabajadores aseguraron que discriminaba y marginaba a algunos compañeros. También describen que el mando de ambos directores inspiraba miedo y episodios de ansiedad severa hasta el punto de que dos miembros de la franquicia llegaron a desarrollar ataques de pánico.

«Es una puta locura lo que hay allí», podía confesar una antigua estrella de los Lakers a algunos confidentes sobre cómo estaba la gestión en aquellos momentos.

En una ocasión, relatan las fuentes que dieron voz a este artículo, una empleada de los Lakers llegó a sufrir verdaderos episodios de ansiedad y ataques de pánico tras una represión ejercida por la pareja Magic-Pelinka.

Al parecer, esta empleada había cometido el desliz de contratar un servicio de recogida en coche para un joven valor del Draft. No debía haberlo hecho y la represión fue feroz, de acuerdo a las fuentes consultadas para escribir el artículo.

«¡No soporto los errores! ¡Yo no cometo errores!», le dijo Magic cuando esta trabajadora fue llamada a una reunión privada con él mismo y Pelinka, según las fuentes. En ese encuentro, hicieron saber a la citada empleada que un nuevo patinazo la pondría fuera de la organización.

Lo que siguió a este capítulo particular fue que la protagonista empezó a sufrir episodios de ansiedad y ataques de pánico más severos, teniendo que recibir tratamiento y medicación. Tras dos décadas en la plantilla de los Lakers, terminó dejando su puesto en la organización y empezó semanas de terapia para resolver sus problemas emocionales, según pudieron constatar personas con relación con los hechos.

Agencia libre 2018

Otro episodio con amplias dosis de discordia hacia Magic y Pelinka fue el mercado estival del año pasado, 2018.

Los Lakers se hicieron con LeBron James. Bombazo y golpe de efecto de enorme repercusión, aunque se haya comentado a posteriori que la directiva ‘laker’ tuviera poco que ver en la decisión del ’23’ de mudarse a L.A. La controversia corporativa no llegó debido a la firma de James, sino al ramillete de agentes libres que le acompañaron: los Rondo, Stephenson, Beasley, Caldwell-Pope y compañía.

«Todos tuvimos la misma reacción que el mundo del baloncesto tuvo: como qué («fucking») estamos haciendo. No solo no estamos consiguiendo tiradores, sino que también estamos dejando libre bastante talento anotador en el mercado», podía confesar un miembro de la directiva de los Lakers en aquel momento.

Buen ejemplo de ese talento desperdiciado fue Brook Lopez, que deseaba seguir en los Lakers pero la organización desechó, desoyendo consejos de los técnicos, renovar su contrato. El pívot terminó firmando en Milwaukee por una cantidad simbólica (3,5 millones) y ha completado una campaña soberbia.

De ese modo, uno de los cócteles más explosivos posibles estaba tomando forma en el Staples, parece ser: Magic y Pelinka no contaban con el amor de parte de su equipo y tampoco eran capaces de conquistarles con sus aciertos deportivos.

«Todos estábamos confusos. Todo aquello no tenía sentido», confesaba otra fuente del cuerpo técnico de la organización. Otra de las quejas de los subordinados fue que para muchas incorporaciones apenas recibieron consulta tanto de Johnson como de Pelinka; simplemente, ellos iban decidiendo y deshaciendo de manera unilateral sin tener muy en cuenta el cuerpo de entrenadores tampoco.

Jugadores y la confianza

Y todo eso hablando de los trabajadores de las oficinas de los Lakers. Si bajamos a pie de pista, las perspectivas tampoco eran demasiado superiores.

Célebre es ya el episodio que destrozó la química del vestuario de los Lakers; los intentos de traspaso por Anthony Davis con más de medio equipo metido en las ofertas de traspaso dinamitó el aceptable rendimiento de la rotación hasta el momento.

Y, claro, eso también sale a la luz como un ‘debe’ (o debió) de la gestión deportiva. «Los chicos sabían que no había confianza en ellos. Sabían que la nueva administración se había inclinado del todo al mundo de los agentes de jugadores (refiriéndose a Rich Paul, representante de LeBron). Ellos casi que controlan cada movimiento en la organización porque los Lakers estábamos como intentando cazar algo grande», podía relatar un entonces miembro del cuerpo técnico del equipo.

«Los entrenadores sabían que Rich (Paul) estaba tratando que fueran despedidos, y los jugadores sabían que Rich estaba intentando que fueran traspasados», podía aportar, por su parte, un agente de jugadores con conexiones especiales con los Lakers. Esta misma fuente calificó la presencia de Rich Paul en los Lakers como algo «destructivo».

Pelinka, ¿mentiroso?

En el artículo de Holmes, las fuentes se ensañaban en cierta manera con Magic Johnson… pero también había casquería para Rob Pelinka.

De acuerdo a las fuentes que sirvieron como líneas maestras del ensayo, Pelinka se las daba por ser un buen orador y contador de historias (storytelling) pero en realidad no lo era del todo. O lo era valiéndose de artes oscuras.

En una ocasión —revela el artículo— el personaje famoso La Roca Johnson (The Rock) tuvo un encuentro con la plantilla, como parte de una serie de sesiones que la directiva organizó a modo de episodios motivacionales con los jugadores. En tal ocasión, Pelinka contó un episodio supuestamente vivido por sí mismo con Kobe Bryant, de quien Pelinka fue representante prácticamente toda su vida.

«Hubo una vez con Kobe, con el que trabajé 18 años, en la que él tenía que jugar en el Madison Square Garden y acababa de ver la película ‘El Caballero Oscuro’. Obviamente, habéis visto la película, pues Kobe estaba como: consígueme una cena con Heath Ledger’ (actor, fallecido, que encarnaba al Joker), porque le había encantado el personaje. Kobe quería saber cómo había podido llegar a eso mentalmente, en el papel. Así que cenó con Heath y habló de cómo se había metido en el papel. Y Kobe usó algunos de sus consejos en el partido ante los Knicks», pudo relatar Pelinka.

Pero…

«El Caballero Oscuro se estrenó en julio de 2008, seis meses después de que Ledger falleciera. Una fuente con conocimiento de la situación destapó que tal encuentro no se produjo, no hubo ninguna cena entre Kobe y el desaparecido actor», podía escribir Baxter en su pieza.

Vamos, lo que viene siendo un triple desde el medio del campo por parte de Pelinka. Y encima se salió a los meses de haber entrado.

Otro episodio relacionado con Pelinka ocurrió en el Draft 2018. La directiva de los Lakers estaba dividida en dos cuartos durante la celebración del certamen: en uno estaban el propio Rob y Magic Johnson; en el otro, el resto de directivos y ojeadores. Se acercaba el turno de decisión de los Lakers y su 25ª elección de primera ronda. Todos los informes que habían diseñado en la franquicia durante meses dejaban a Omari Spellman (Vilanova) como el candidato más lógico en la selección; pero, llegado el momento, los Lakers eligieron a Moritz Wagner. Y en el cuarto de subordinados se quedaron locos. No entendían nada.

Según las fuentes que relataban lo ocurrido, Pelinka o Johnson habían vuelto a tomar una decisión unilateral sin consultar a nadie en el equipo de ojeadores, técnicos y directivos. Y la reacción de todos fue de sorpresa máxima, más que por la elección de Wagner, por los modos que escondía de no haber avisado a nadie.

Mala imagen, otra vez

Mil y una anécdotas que hablan del ambiente viciado y dañino que podía respirarse en la directiva y diferentes estamentos de los Lakers, según las líneas de Holmes.

La versión que presentamos aquí es la que han dado diversas fuentes de la organización a ESPN y Holmes, y no necesariamente todo tuvo que ocurrir al cien por cien como se relata en el artículo; no obstante, la descripción sí evidencia importantes problemas internos en la franquicia y que ningún favor hacen a la imagen de la franquicia.

Todo eso y más es lo que parece que se vivió en los Lakers durante los dos últimos años, en el mandado de Magic Johnson y Rob Pelinka. El reality nunca tendrá fin en Los Angeles y cosas como esta son, por desgracia, las informaciones más importantes de los Lakers en los últimos meses.

(Fotografía de portada: Harry How/Getty Images)


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