El contraataque y los triples de los Warriors acaban con Minnesota

No es precisamente Golden State un equipo ante el que sea factible ganar sin tu mejor valor. Los Timberwolves, sin Jimmy Butler por cuarto partido seguido, perdieron en su visita a Oakland por 126 a 113.

Los Warriors dominaron el partido y tuvieron el control del mismo desde el primer momento, limitando cualquier embestida del equipo de Tom Thibodeau. Dominando en ataque con su tradicional eficiencia, esta vez Golden State elevó el listón un poco más. 21 de 37 en triples (56,8% de acierto) y 48 puntos al contraataque —39 fueron en la primera parte—, la mejor marca de la temporada en la NBA y la cifra más alta para la franquicia californiana desde la campaña 1996-97. A su vez, los escasos 15 puntos a la contra que logró Minnesota convierten la diferencia de puntos al contraataque (33) en la mayor de dos equipos este curso.

Kevin Durant estuvo magnífico, sumando un nuevo triple-doble con 28 puntos, 11 asistencias y 10 rebotes, incluyendo 6 de 10 en triples. De acuerdo a datos oficiales es la primera vez que Durant encadena dos partidos repartiendo al menos 10 asistencias. Al lado del alero en el podio anotador quedaron Stephen Curry y Klay Thompson, ambos con 25 puntos cada uno.

El máximo anotador del partido fue Karl-Anthony Towns con 31 puntos a los que añadió 11 rebotes, seguido en su equipo por Jamal Crawford con 21 puntos. Andrew Wiggins volvió a decepcionar al quedarse en apenas 10 puntos fallando 14 de sus 18 lanzamientos.

Sin Butler la defensa sufre mucho

Minnesota marcha 2-2 en los cuatro últimos partidos que ha disputado sin Jimmy Butler en el perímetro, pero su defensa lo está notando. 118 tantos recibidos ante los Clippers, 123 ante los Blazers y 126 ante Golden State son demasiados puntos para un equipo que pretende mejorar la defensa cada partido que pasa.

Para los Warriors, sin embargo, no es necesario esforzarse tanto en defensa. Sus jugadores son tan buenos que pueden ganar cualquier partido sin apenas defender como reconoce Kerr. “Nuestros jugadores son tan talentosos que prenden fuego al marcador. Pueden ganar muchos partidos sin estar totalmente metidos y defendiendo a gran nivel y eso es lo que ha pasado esta noche. No fue nuestro mejor esfuerzo, pero el talento gana”.


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