Aunque la NBA sea una liga en la que los contratos son públicos y revisables por todo el mundo, siempre hay cláusulas que se escapan a primera vista. Letras pequeñas a veces simplemente curiosas, pero que en otras ocasiones hablan de la naturaleza del jugador que las firma. Es el caso de Jonathan Isaac, que en esta offseason ha acordado 84 millones por cinco años con los Orlando Magic. Eso sí, con asterisco.
Dicha ficha no tiene opción de jugador ni equipo al finalizar los años acordados. Pero sí que tiene matices que lo convierten en un contrato no completamente garantizado. El gurú del mercado NBA Bobby Marks revela hoy en ESPN que, para que Isaac cobre el segundo año de su contrato al completo, deberá jugar un mínimo de 52 partidos en la 2025-26. Es decir, que si se queda por debajo de esa cifra de encuentros, los Magic podrían pagarle 8 millones de dólares en lugar de los 14,5 que especifica el acuerdo en primera instancia. Esto se aplica de ese segundo año en adelante.
Otros trucos bajo el sombrero
El contrato tiene más peculiaridades, y es que con su firma los Magic pagarán 25 millones de dólares por la 24-25 (anteriormente cifrado en 17,4), aceptando Isaac una rebaja en el primer año de su nuevo contrato, el cual empezará en los 15 millones. El alero es uno de los mejores defensores del mundo, pero una rotura de cruzado y sus complicaciones derivadas le tuvieron en el dique seco durante dos temporadas enteras de 2020 a 2022 (solo jugó 11 encuentros en la 22-23). Este curso ha participado en 58 partidos, pero con cierta restricción de minutos.
Este tipo de contratos ya se han firmado en otras ocasiones, siendo el mayor ejemplo el primer máximo que firmó Joel Embiid en su carrera tras perdérselas que iban a ser sus dos primeras temporadas en la NBA al completo.
(Fotografía de portada de Maddie Meyer/Getty Images)