Mientras los Cleveland Cavaliers quedaban eliminados de las semifinales de conferencia en el TD Garden, Jarrett Allen veía a sus compañeros desde el banquillo, algo que también hizo en los cuatro partidos anteriores de la eliminatoria. Y en los tres últimos de la serie ante Orlando. Y esta situación parece no haber gustado a varios miembros del cuerpo técnico.
Según afirma Shams Charania, periodista de The Athletic, en el staff no han quedado satisfechos con la forma en que el jugador ha gestionado su lesión en las costillas, pues creen que, dado que la temporada estaba en juego, podría haber recibido una inyección para amainar el dolor y estar presente en la pista. No obstante, Allen rechazó esta posibilidad dado que no se sentía preparado, lo cual ha sido percibido de forma negativa en el equipo.
Allen recibió un codazo de Franz Wagner en la zona en el primer encuentro de los playoffs, impacto que al parecer perforó una de sus costillas del lado derecho. Tras jugar disputar pese a ello los cuatro primeros duelos frente a Orlando, acabó siendo baja a partir de entonces, aunque desde la franquicia nunca se le descartó del todo y siempre se le incluyó en la lista de dudas.
Durante la temporada regular, el pívot promedió 16,5 puntos, el récord de su carrera, 10,5 rebotes y 1,1 tapones, números con los que fue parte fundamental del éxito de los de Ohio. Su presencia interior y su defensa lo convirtieron en una de las grandes referencias del equipo, y aunque no está claro que su presencia hubiese cambiado el resultado de la eliminatoria ante Boston, sí podría haber dado a los Cavaliers más armas para luchar contra el mejor equipo de la conferencia.
(Fotografía de portada: Jared C. Tilton/Getty Images)