Actualmente, el tope salarial de la NBA está situado en los 109,1 millones de dólares para la temporada 2021-22. Al menos sobre el papel, pues la naturaleza flexible del espacio salarial hace que la mayoría de equipos se sitúen entre esta cifra y los 132,6 millones que obligan a pagar el impuesto de lujo. Los cálculos que llevan a este espacio salarial se deducen en gran parte del contrato televisivo que firmó la Liga por 24.000 millones de dólares por ocho temporadas antes de la 2016-17. Pero a tres años vista para que el actual contrato llegue a su fin, Jabari Young, periodista de la NBC, insinúa que el próximo podría rondar los 75.000 millones. Otras fuentes como Forbes secundan dicha información.
La desorbitada cifra supondría un incremento de más del 300% con respecto al contrato vigente. Lo cual elevaría los 119,2 millones de espacio salarial proyectado en la 2023-24 hasta los 171 para la posterior 24-25. Este acuerdo, que no se puede calificar de otra forma que no sea la de éxito absoluto, tiene varios focos que lo explican. El primero es la excelente relación que mantiene la cúpula directiva de la liga con los proveedores de televisión estadounidenses como ESPN, TNT y ABC. Pero también los extranjeros, pues China pondrá 1.500 millones sobre la mesa para comprar estos derechos.
Un aumento tan drástico en lo económico trae consigo consecuencias lógicas. La más llamativa es que el contrato máximo reservado para unos pocos elegidos y que permite acaparar el 35% del espacio salarial en una sola ficha, alcanzará los 59,85 millones anuales. Llegando así a superar holgadamente la barrera de los 300 millones de dólares totales cuando hablamos de un contrato de cinco años con un crecimiento marginal del 8% anual. Para ponerlo en contexto, en 2017 Curry firmó el primer contrato por encima de los 200 millones totales, lo que pronto podría ser la norma entre las estrellas de la liga. Otro de los efectos del probable nuevo techo salarial será que los jugadores comenzarán a firmar contratos de corta duración para poder dar el salto salarial una vez entren en vigor las nuevas reglas económicas.
(Fotografía de portada de Ezra Shaw/undefined)