Cuando todo parecía abocado a otra noche de decepción en Los Ángeles, LeBron James decidió que no iba a ser así. El alero, con un último cuarto magistral, se encargó de dar a los Lakers su 27ª victoria de la temporada al imponerse a los Jazz por 106-101, haciendo a los suyos olvidar por un momento su problemático noveno puesto del Oeste y la lesión que Anthony Davis había sufrido minutos atrás.
Y es que, a escasos minutos del descanso, el ala-pívot había tenido que poner rumbo a vestuarios por culpa de un esguince en el tobillo derecho que le impidió continuar. Pese al susto inicial, las pruebas de rayos X han descartado daños mayores en la articulación y el jugador será revaluado tras el All-Star para determinar su fecha de regreso, pero su salida del partido dejó a los suyos aún más desamparados y permitió a los Jazz continuar construyendo su ventaja. Si bien la distancia de los visitantes nunca fue aplastante (la máxima fue de 14 puntos), pero sí llegaron a contar con distancias cómodas en el último cuarto (80-92) que invitaban a pensar en que el choque caería de su lado.
Fue entonces cuando LeBron intervino para cambiar el curso del duelo. Vogel le devolvió a pista con cinco minutos y medio por jugarse y con los Lakers siete puntos abajo, y el de Akron tomó las riendas del choque para propiciar un parcial de 16-5 en el que, a excepción de un tiro libre de Malik Monk, anotó o asistió todas las canastas angelinas. James comenzó asistiendo a Westbrook para que finalizara en la pintura pese a la presencia de Gobert, continuó con 10 puntos seguidos haciendo uso de su capacidad para atacar el aro y su acierto exterior, y terminó con una asistencia a Austin Reaves para que matase el partido con un triple completamente liberado, llevando la alegría a una grada realmente necesitada de ella.
El alero terminó así con 33 puntos, de los cuales 15 llegaron en el último cuarto, 8 rebotes y 6 asistencias, comandando a unos Lakers en los que Russell Westbrook, con 17 tantos, fue el segundo anotador empatado con Davis, que solo pudo jugar 16 minutos. Monk, con 13, fue el cuarto local en dobles dígitos, aunque distó de ser el factor diferencial que ha sido en otras ocasiones.
En Utah, Donovan Mitchell firmó un auténtico recital al alcanzar los 37 puntos con un 13/24 en tiro, aunque terminó quedando inevitablemente eclipsado por el cierre de LeBron. El escolta solo pudo sumar 4 tantos en el último cuarto, lo que le impidió evitar la remontada angelina y poner la guinda a la que habría sido una actuación memorable.
Con todo, Mitchell fue indiscutiblemente el mejor de unos Jazz que no encontraron alternativas una vez que este dejó de ser tan efectivo. Bojan Bogdanovic y Jordan Clarkson, con 15 y 13 tantos puntos respectivamente, fueron sus mejores apoyos, pero tampoco lograron aparecer en el tramo final y no pudieron impedir que los de Salt Lake City se marchen al parón del All-Star con una derrota.
(Fotografía de portada: Katelyn Mulcahy/Getty Images)