Una temporada de NBA consta de 82 partidos. Para muchos, demasiados. Pero Mikal Bridges, que no se pierde un encuentro desde el instituto, ha dicho «¿solo?».
El alero podría llegar a disputar este curso 83 choque de liga regular debido a su traspaso a Brooklyn. Su salida de Phoenix se produjo cuando los Suns habían jugado 56 partidos, y llegó a unos Nets a los que aún les quedaban 27 por delante, de modo que si da continuidad a su racha de no perderse un solo duelo participaría en más encuentros por sí solo que cualquier otro equipo de la competición.
Con todo, no sería la primera vez que ocurre algo así, y de hecho existen casos más extremos en la historia de la liga como el de Walt Bellamy, que después de ser traspasado de Nueva York a Detroit llegó a jugar 88 duelos en la temporada 68-69. No obstante, no deja de ser curioso que esta circunstancia se dé en Bridges, que ha estado presente en todos y cada uno de los 403 partidos que sus equipos han afrontado desde que se incorporó a la NBA y que tampoco se perdió ni uno solo en sus tres temporadas en Villanova.
Al respecto, Mikal no pudo estar presente en el choque entre Nets y Bulls que tuvo lugar el mismo día del traspaso, pero la NBA ha aclarado que, dado que el traspaso no se había oficializado aún, esto no cuenta como ausencia y su racha se mantiene activa. Si consigue conservarla hasta final de curso, se consagrará como el jugador incansable por antonomasia demostrando que una temporada regular de toda la vida se le queda corta.
(Fotografía de portada: Jamie Squire/Getty Images)