Concluido su tercer año en la NBA, que también lo ha sido en los Mavericks, Salah Mejri se ha convertido en un interesante pívot de refresco, de esos de la segunda o tercera unidad que rinden bien en los pocos minutos que tienen sobre la pista. Llegado en la 2015-16 procedente del Real Madrid, en sus tres cursos en Dallas el tunecino ha jugado 168 partidos, 18 de titular, para una media de 3,3 puntos, 4,0 rebotes y 1,0 tapones en 12,2 minutos.
Lo dicho, hombre de rotación sin excesiva carga salarial para los Mavericks, que le firmaron por el mínimo. Ahora, después de una temporada donde ha firmado su quinto doble-doble en la liga y ha registrado 3,5 puntos, 4,0 rebotes y 1,1 tapones en 61 partidos y una media de 12,0 minutos, será agente libre restringido en julio. Porque a pesar de sus 32 años que cumple el próximo 15 de junio, el africano sale de su contrato de novato.
Esto nos envía directamente a la oferta cualificada, que los Mavericks le pueden extender para tratar de retenerle o para tener la posibilidad de igualar cualquier oferta que le llegue al center. Esa oferta cualificada tiene un valor para la 2018-19 de 1,83 millones de dólares. Mejri ha ganado en la 2017-18 un total de 1,4 millones de dólares y el cómputo económico de su trienio en Texas se eleva hasta las 2,87 millones.
Su futuro no está claro
¿Gastarán los Mavericks algo parecido a 2 millones de dólares en retener a Mejri? El pívot ha demostrado carácter y esta temporada su trabajo fue elogiado por Rick Carlisle, que le reconoció el esfuerzo para ganarse los minutos por delante de jugadores destinados a adelantarle por la derecha en la rotación. Por ejemplo, Nerlens Noel.
Todavía quedan algo más de dos meses para que el mercado se abra y en Dallas tienen tiempo para mover ficha, si es que lo desean. De lo que puedan pescar en el Draft y de cómo afecten otros movimientos dependerá mucho el porvenir de una pieza revelada como solvente y económica pero cuya continuidad no es prioritaria en las oficinas de Dallas.