El LeBron más dominante no da opción a los Mavericks

El cuarto y último choque entre Lakers y Mavericks de esta temporada regular se saldó con un plácido triunfo angelino por 114-129. Tras algunos encuentros memorables, esta última reedición del partido deparó muchas menos emociones debido a la arrolladora actuación de los de Vogel, que pese a la baja de Anthony Davis se hicieron con su séptima victoria consecutiva, la 31ª de la temporada. Esta estuvo cimentada en la gran labor defensiva de todo el equipo y, sobre todo, en el espléndido encuentro de LeBron James, que se echó a los suyos a la espalda y volvió a demostrar que, por mucho tiempo que pase y por muchos aspirantes que surjan, sigue siendo el gran dominador de esta liga.

El alero acabó con 35 puntos, 16 rebotes y 7 asistencias, pero quedarse ahí sería banalizar su aportación. James fue el eje neurálgico de los suyos, el engranaje cuyo movimiento hizo girar al resto, y se encargó en todo momento de llevar el duelo al terreno que más beneficiaba a los Lakers. Fue la enésima masterclass de cómo controlar el juego y dirigir a un equipo, y es imposible entender la aplastante versión de los californianos sin atender a su capacidad para entender qué hacer en cada instante.

Por si esto fuera poco, el de Akron añadió un componente histórico a su noche al superar a Michael Jordan en tiros de campo convertidos a lo largo de su carrera. Con los 14 que anotó en el American Airlines Center LeBron alcanzó los 12.197, colocándose cuarto en la lista solo por detrás de Wilt Chamberlain, Karl Malone y Kareem Abdul-Jabbar.

Ni una opción

El dominio de los Lakers fue prácticamente incontestable de principio a fin. A excepción del 2-0, Dallas no fue jamás por delante en el marcador, y de hecho cuando no habían transcurrido ni seis minutos de partido los texanos ya perdían por 10 puntos (9-19), una distancia de la que no lograrían bajar en ningún momento del choque. En concreto, fue en el primer cuarto cuando más notable fue la superioridad angelina, pues a base de una defensa muy agresiva y de unas transiciones letales lograron un parcial de 27-45 que ponía a los Mavericks contra las cuerdas desde muy temprano.

La brecha llegaría a ser de 22 tantos en el segundo cuarto, y pese a que pequeños destellos puntuales invitaron a soñar con una reacción, estos siempre eran respondidos por los visitantes, que se aseguraron de que los de Carlisle no encontraran su ritmo ofensivo y les impidieron construir un momentum que hiciera posible la remontada. Esta llegó a atisbarse en el tercer periodo, cuando los problemas de faltas de Howard y McGee dejaron a los de Vogel sin protección de aro y los locales pudieron sumar varias canastas fáciles, pero la entrada de Jared Dudley en el puesto de pívot fue un parche lo suficientemente eficaz como para evitar la sangría y mantener el partido bajo control hasta la bocina final.

Al margen de LeBron, cabe destacar la actuación de Kyle Kuzma, que en medio de una oleada de rumores sobre su posible salida logró su récord anotador de la temporada con 26 puntos. Su inicio de partido fue pletórico, y aunque con el paso de los minutos su nivel de acierto fue decayendo el alero logró recordar a su mejor versión y generar como mínimo una duda razonable sobre la conveniencia de su traspaso. Además, capturó 6 rebotes y repartió 2 asistencias, igualando en ambos casos su mejor marca del curso.

Noche gris para Doncic

El gran éxito de la defensa de los Lakers fue frenar a Luka Doncic, que nunca se sintió cómodo y no pudo hacer que la ofensiva de Dallas fluyera como de costumbre. El esloveno se enfrentó a diversos defensores, pero ya se tratase de Avery Bradley, Caldwell-Pope o Alex Caruso ninguno de ellos le dio el más mínimo respiro, y a base de una marca muy estrecha forzaron al base a adentrarse en la zona angelina, donde varias ayudas le estaban esperando dispuestas a generar un bosque de manos que le complicase el bote. Fue una defensa muy agresiva, que si bien llevó al ex del Real Madrid 13 veces a la línea de tiros libres también le generó 6 pérdidas y, lo que es más importante, le impidió entrar en ritmo en todo momento.

Con todo, Luka terminó con 25 puntos, 10 rebotes y 7 asistencias, números que en absoluto invitan a pensar en un mal partido, pero hablamos de un jugador que ha desarrollado la capacidad propia de las superestrellas de sumar incluso en noches complicadas. No obstante, lejos de ser el martillo pilón que acostumbra, fue dejando más bien pequeñas dosis de talento a cuentagotas, algo similar a lo que ocurrió con Tim Hardaway Jr. y Seth Curry, quienes le siguieron en anotación con 22 y 16 tantos respectivamente. Ambos pasaron por tramos de acierto en los que amagaron con despertar a su equipo, pero nunca alcanzaron la consistencia que ha hecho de estos Mavericks el mejor ataque de lo que va de temporada.

(Fotografía de portada: Ronald Martínez/Getty Images)


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