Si en el Game 3 los 76ers recuperaron a Joel Embiid, prácticamente podría decirse que en el cuarto encuentro han recuperado a James Harden. El escolta ofreció por fin su mejor versión anotadora para dar a Philadelphia el triunfo por 116-108, permitiendo a los suyos colocar el 2-2 en el global e igualando una eliminatoria que había comenzado muy cuesta arriba por culpa de la lesión del pívot camerunés.
Tras años dominando la liga con números anotadores inimaginables para el resto, la etapa de Harden en los 76ers no estaba caracterizándose precisamente por acercarse a dicha versión, y no daba la impresión que este partido fuese a ser una excepción. Con 15 puntos en su casillero con solo un cuarto por disputarse, La Barba parecía encaminada a otra actuación más centrada en la generación y distribución de juego que en la anotación, pero con la llegada del tramo final pareció volver a encontrar a su yo de hace unos años. James sacó a relucir ese famoso triple en step-back que no lució tan oxidado como muchos pensaban, y anotó 16 tantos en los últimos 10 minutos para impedir cualquier intento de remontada visitante.
Harden terminó así con 31 puntos, su mejor anotación con diferencia en estos playoffs, 9 asistencias y 7 rebotes, permitiendo a los suyos cerrar un partido que Joel Embiid había comenzado a decantar de su lado. El pívot arrancó anotando 15 tantos en el primer cuarto, y si bien no pudo ni mucho menos mantener ese ritmo hasta el final, volvió a insuflar fuerzas a los suyos desde el inicio y a hacerles ver que, tras los dos primeros tropiezos, sus opciones siguen vivas. El camerunés acabó el choque con 24 puntos en su casillero, terminando como segundo de los suyos en dicho apartado por delante de los 18 de Tyrese Maxey.
Los Heat, por contra, fueron deshaciéndose con el paso de los minutos, y solo Jimmy Butler pareció tratar de evitar que así fuera. El alero, con una soberbia actuación de 40 tantos con un 65% de acierto, intentó por activa y por pasiva impedir que los 76ers rompieran el choque, pero se encontró liderando a un equipo menos agresivo y acertado de lo habitual, que volvió a estar a merced de los locales y que poco tuvo que ver con la trituradora que se vio en los dos primeros duelos. Esto echó por tierra su exhibición, convirtiendo a esta en la primera ocasión en la historia de Miami en que pierden un partido de playoffs en el que uno de sus jugadores alcanza los 40 puntos.
Los de Spoelstra pagaron caro su 7/35 en triples, que les impidió hacer daño a la buena defensa de Philadelphia, y a la falta de hombres que secundaran la actuación de Buttler. Bam Adebayo, con 21 tantos, fue quien mejor le acompañó, pero jugadores como Tyler Herro o Kyle Lowry, llamados a dar un impulso al equipo, estuvieron muy desacertados y lejos de su mejor nivel. Esto es algo que no podrán permitirse en el Game 5, que se antoja como uno de esos quintos partidos que definen series y en el que los Heat deberán tratar de volver a funcionar igual de bien que en los dos primeros duelos.
(Fotografía de portada: Mitchell Leff/Getty Images)