El mejor partido de DeAndre Ayton no basta contra estos Nuggets

El pívot de Arizona vivió las dos caras de ser número 1 del Draft; hacerlo todo bien a menudo no basta en un equipo, todavía, en reconstrucción.

Ganar para perder. Algo a lo que ya se está acostumbrando DeAndre Ayton en su primera temporada en la NBA. Aunque los Phoenix Suns hicieran lo posible en verano por armar un equipo competitivo casi de la nada, lo cierto es que aún les queda camino por recorrer.

No obstante, su temporada empieza a gravitar ese punto de equilibrio al que aspiraban a principios de octubre, con un balance reciente de 5-5.

Desde el traspaso de Trevor Ariza las cosas empezaron a mejorar. Pero una cosa es mejorar, y otra ganar al equipo del momento, aunque estos te visiten a domicilio. Denver Nuggets, un lugar donde todos rinden y, a menudo, alguien sobresale. Anoche fue el turno de Jamal Murray.

Afinados

Ayton rozó casi la perfección con su anotación más alta en la NBA, con 33 puntos, 14 rebotes y 4 robos, con una hoja de tiro de 16/20. A esto respondió Murray con 46 puntos y 8 asistencias, anotando 16/24 y la barbaridad de ¡9 de 11 en triples!

Mejor marca de su carrera desde 7,25 para afianzar a la franquicia de Colorado en lo más alto del Oeste. «Es mi candado de seguridad. En los finales [apretados] de partido, cuando la pelota le llega a él sé que algo bueno va a pasar», decía su coach Mike Malone.

La sobresaliente noche de Murray vino entibada por el casi triple-doble de Nikola Jokic (23 puntos, 9 rebotes y 8 asistencias) los 15 tantos de Malik Beasley y los 10 puntos y 9 rebotes de un Juancho Hernangómez certero en la timidez (3/3 en TC%, 2/2 en triples y 2/2 en libres).

¿A tiempo de pelear el ROY?

Volvemos a Ayton, quien merece más de un párrafo. De sus 33 puntos, 24 vinieron en un segundo cuarto de escándalo, donde encestó 12 de sus 13 tiros. La cifra más alta en un solo cuarto para un rookie y la sexta más alta en un jugador de los Suns.

«No empecé bien el partido, pero el entrenador me cogió y me dijo que me olvidara del marcador y que simplemente empezase a jugar duro», cuenta el pívot de Arizona.

En el equipo local también destacó Devin Booker (27 puntos), T.J Warren (22) y otro novato, Mikal Bridges (17).

Noche de puntería en general, para goce del aficionado, en la que ambos equipos lanzaron por encima del 50% de acierto.

El dato

Decíamos al principio que el traspaso de Ariza significó un punto de inflexión, aunque… ¿correlación o causalidad? Porque bien podría ser lo primero.

Porque Jamal Crawford, una de las razones por las que abandonó Minnesota fue buscando más minutos de juego, y por ahora, en sus 31 veladas con Phoenix, está en la media más baja de su carrera (17,6 minutos).

Oubre, por su parte, pasó inadvertido también en su quinto partido en Arizona, con solo 13 minutos (y 4 puntos).

(Fotografía de portada de Matthew Stockman/Getty Images))


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