500.000 dólares no dejan de ser calderilla si los comparamos con los casi 50 millones de dólares que se embolsarán Giannis Antetokounmpo y Damian Lillard esta temporada. Por ello, el premio en metálico por ganar la Copa NBA ha sido menospreciado en algunas ocasiones, al considerarse que no supondría ningún tipo de aliciente o motivación extra para los jugadores.
Paradójicamente, que los Milwaukee Bucks se hayan hecho con la segunda edición del trofeo sirve como un contexto inmejorable para cuestionar esta premisa. La franquicia de Wisconsin tiene comprometidos 193 millones de dólares en salarios este curso. Sin embargo, esta elevada cantidad se condensa en los pesos pesados de la plantilla. De hecho, hasta nueve jugadores del actual roster de los Bucks —sin contar aquellos con contrato dual— cobrarán menos de 3,2 millones de dólares durante la campaña 2024-25. Es decir, el mínimo salarial en función de sus años de experiencia en la NBA. Así, esta horquilla abarca desde los tres millones que se embolsará Delon Wright hasta los apenas 1,1 millones que le corresponden al novato Tyler Smith, elegido en la 33ª posición del pasado draft.
Taurean Prince, quien está cobrando solamente 2,9 millones de dólares pese a haberse hecho con el puesto de alero titular, reflexionó antes de la final contra los Oklahoma City Thunder sobre la oportunidad que representaba el título de Copa NBA para los jugadores de los Bucks, también a nivel económico.
«Según avanzas por el banquillo los contratos empiezan a descender y definitivamente quieres ganar también por los muchachos que están a tu lado», declaró Prince ante los medios. «Este dinero podría ayudar a estos muchachos a comprar una casa a sus familias o el coche que querían. Así que es algo más grande que solo nosotros».
«Hay muchas oportunidades que podemos aprovechar, no solo por nosotros a nivel individual, sino para nuestros compañeros de equipo. Así que todos lo tenemos en mente. Todos sabemos lo que está en juego y lo que este dinero puede suponer para algunos».
Evidentemente, la prioridad de los Bucks siempre fue el título y así lo hicieron saber Antetokounmpo y Lillard en los días previos a la cita final de Las Vegas, un deseo compartido también por los recién llegados Tyler Smith y A.J. Johnson. «Puedes ver a los veteranos luchando por la Copa. No se trata solo de la recompensa monetaria; su deseo de ganar habla muchísimo sobre su naturaleza competitiva. Estamos motivados para ser campeones, ya sea en este torneo o durante la temporada de la NBA. Ganar es primordial para nosotros. Como equipo, aspiramos a la victoria en cada competición en la que participamos», declaró Johnson.
Pero, para algunos, conocedores de la idiosincrasia volátil y efímera de la NBA, la cantidad recaudada por conquistar la Copa NBA supone también una inyección económica que les permite visualizar el futuro de sus carreras un poco más tranquilos.
