La mejor noticia de la última temporada para Boston Celtics fue la irrupción de Jayson Tatum en escena. El novato tiró la puerta de la franquicia abajo desde el primer día y se ha convertido, tras solo un año como profesional, en uno de los tesoros más valiosos de la NBA. Su temporada rookie fue un servicio militar obligatorio debido a la grave lesión de Gordon Hayward y el novato, de entonces 19 años, no pudo ofrecer mejor respuesta.
Su padre, Justin, avisa sin embargo de que si el público disfrutó con la primera entrega de su vástago, que espere a lo que está por venir. «Si piensan que el primer año fue realmente bueno, prepárense para el siguiente», alegó Justin Tatum, y pudo recoger el diario The Boston Globe.
Durante el verano, Jayson ha podido ejercitarse con su ídolo de infancia y juventud, Kobe Bryant, lo que a buen seguro le ha granjeado actualizadas vías de ser mejor jugador, más dominante y maduro mentalmente.
«Cuando se entrenó con Kobe hablamos como durante una hora o una hora y media. Él (Jayson) estaba como un niño en la tienda de dulces. Era como si volviera a tener nueve años», relata Justin sobre su hijo. No en vano, Tatum fue admirador acérrimo de Kobe Bryant durante toda su infancia y ya trataba de emular al ’24’ de los Lakers desde que tuvo uso de razón, según relata Justin Tatum. De hecho, el propio jugador de Boston siempre ha reconocido a Kobe como su ídolo baloncestístico.
El año de Boston
«Eso es más combustible para él, para un chico que ya está listo», pudo añadir su padre, Justin Tatum, sobre los preparativos junto a Bryant como mentor.
Sobre el papel, los Boston Celtics parten desde la pole para alcanzar las Finales por el lado atlántico, y eso sin conocer a ciencia cierta dónde está el techo de un Jayson Tatum que esta temporada podría dejar de ser un joven valor para ya ser estrella emergente de la competición.