Hace años que se da como norma el rodear a LeBron James de tiradores. La idea era que El Rey absorbiese el juego y que tuviese dos caminos para llegar a los puntos. Uno, espacio en la pintura para penetrar. Y dos, en caso de que se cierre la defensa que haya múltiples opciones para doblar el balón. Pues bien. Ese plan parece haber quedado obsoleto.
Los Lakers, analizando lo visto el año pasado en Cleveland, y también animados por el propio LeBron, se han ido haciendo con un elenco de jugadores que dista mucho de esa etiqueta de tirador que antes mencionábamos. Rajon Rondo y Lance Stephenson son el ejemplo.
Y los nombramos a ellos porque son los que mejor se adecuan a ese nuevo perfil buscado, el de jugadores capaces de crear juego y que a su vez sean valuartes defensivos. Porque la idea es descargar de peso a James. El año pasado –el peor de los vividos en Cleveland a nivel colectivo–, El Rey fue exprimido hasta el punto de jugar 48 minutos en varios partidos de playoffs porque sin sus manos no había juego alguno. Y no quedaba ahí la cosa, y es que ni contando con todo su empeño frenaban la sangría defensiva. Acabaron como la 29ª peor defensa en temporada regular.
Los Lakers no quieren que eso se repita en esta nueva etapa. Quieren que LeBron no deba cargar con el inicio de cada jugada, sino que según su elección pueda hacerlo o esperar la bola en el poste alto para comenzar desde ahí su acción. Y en defensa igual. Con Rondo, Stephenson e incluso Lonzo Ball, quien demostró el curso pasado que puede hacerlo realmente bien, el descanso para LeBron, aún en pista, será mayor.
Conversación con Magic
LeBron no elige los jugadores, pero sí la idea. Acercándose a los 34 años que cumplirá en diciembre, ha estudiado las carreras de Michael Jordan y Kobe Bryant viendo como poco a poco fueron acercando su juego al poste. Hablando con Magic Johnson ha admitido que cambiar ciertos hábitos tomará tiempo y será difícil, pero a su vez está convencido de que jugar más por dentro y ceder algo de control sobre el balón será importante a media que envejece. Eso sí, hasta ahora no hemos notado que haya perdido ni una pizca de su potencia.