El talento de Estados Unidos define ante una España luchadora

España dio la cara, pero simplemente no le alcanzó. Pese a contar con el mejor Ricky Rubio de siempre (38 puntos), la capacidad anotadora de Estados Unidos terminó marcando la diferencia para acabar cerrando el partido por 81-95.

Se esperaba mucho este enfrentamiento de cuartos de final de los Juegos Olímpicos, y con razón. España se veía una vez más ante el Team USA y había cierta sensación de que era más posible ganarles que en otras ocasiones. Además, podía ser el último partido de Pau Gasol con la selección. No faltaban alicientes y lo cierto es que el encuentro no decepcionó, llegando a parecer por momentos que una victoria de los chicos de Sergio Scariolo no estaba tan lejos.

Tras un comienzo de choque en el que dominaron los nervios, España se fue asentando de la mano de un excepcional Ricky Rubio, quien atajó el mejor arranque de Estados Unidos con 13 puntos en el primer cuarto. La magia del base de El Masnou permitió a los españoles recortar la renta de su rival e incluso llegar al final de esos 10 minutos con ventaja (21-19). Tal reacción dio moral a España, que lejos de ver frenada su racha, la enlazó con un fantástico segundo periodo.

Fueron sin duda los mejores minutos de España. Fuertes atrás con un Willy Hernangómez enorme (10 puntos y 10 rebotes) que se dedicaba a repartir tapones (3), y acertados en ataque con la clarividencia de Sergio Rodríguez (16 puntos) España consiguió que su ventaja llegase a ser de hasta 11 puntos (40-29). Estados Unidos parecí aletargado en esos momentos, pero ello no impidió que demostrasen su enorme talento para volver a dejar el partido igualado para marcharse a vestuarios (43-43).

‘Tenemos que hablar de Kevin’

Como si quisiera escuchar a Guille Giménez, Kevin Durant fue quien dio el paso al frente para marcar el ritmo de Estados Unidos. Con un excelente tercer cuarto, la estrella de Brooklyn (acabaría con 29 puntos) fue sin duda el líder de un equipo plagado de talento pero que no impide que él sobresalga. Su facilidad para ver canasta fue dando mordiscos a la moral de España, que por momentos se vio sobrepasada ante la avalancha de puntos de los estadounidenses. Parecía que llegaba el momento de bajar los brazos, pero el corazón de Ricky (y su muñeca) no estaban por la labor.

Ante rentas de 15 puntos que amenazaban con romper el partido, el ahora base de Cleveland no dudaba. Atacaba el aro, forzaba tiros libres, metía triples… Fue una auténtica exhibición, una que marca la máxima anotación de cualquier jugador ante USA en unos Juegos, y que dio oxígeno a una selección española que llegó a los últimos minutos de partido creyendo; sobre todo cuando se vio a ocho puntos a falta de cuatro minutos (con otro canastón de Ricky). Fue imposible. Faltaron puntos. Solo seis jugadores lograron canastas en juego y eso terminó por limitar las opciones de los de Scariolo hasta el 81-95 final.

Demasiadas pérdidas

Fue otro de los grandes problemas de España. Si había una premisa previa ante EE.UU. esa era no cometer pérdidas para no dejarles correr. No se pudo cumplir. Los españoles perdieron hasta 17 balones mientras su rival solo ‘regalaba’ nueve. Fue una importante diferencia, sobre todo si a ello le sumas que además dominaron en el tiro exterior con un 41% por el 30% de España. Se luchó, pero no se pudo. España se despide de los Juegos Olímpicos peleando pero sin medalla. La derrota contra Eslovenia nos ha regalado un emocionante partido, pero de igual modo ha alejado a los Pau, Rudy, Ricky, Marc, Sergio, Llull… de una nueva medalla olímpica.

(Fotografía de Kevin C. Cox/Getty Images)


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