Los Boston Celtics llegaron al escalón final de la pasada temporada totalmente magullados. Las lesiones y el cansancio marcaron gran parte de su devenir desde el inicio de los playoffs, pero especialmente tras la dura eliminatoria frente a Milwaukee. Entre los heridos en combate se encontraba Marcus Smart. El base sufrió varios achaques que le mantuvieron como ausencia o duda prácticamente en la previa de cada partido. Pero finalmente fue su tobillo lo que más problemas le trajo. Tanto que ha tenido que emplear gran parte de sus vacaciones en recuperarse de dichos dolores, aunque él mismo declara «estar cerca del 100%».
Smart se mostraba muy optimista en su entrevista para CLNS Media sobre su disponibilidad de cara al training camp. «Siento mejor el tobillo, aunque sigue sanando. Le doy todo el descanso que puedo pero ya estoy de vuelta a la acción, […] Obviamente es septiembre y no pretendo estar en la misma forma que en mayo, pero en mi noveno año sé exactamente lo que necesita mi cuerpo para estar listo [para la temporada]».
Probablemente Smart venga de protagonizar el mejor curso de su carrera, en el cual ha sido capaz de dar varios pasos adelante como base y director de orquesta de los Celtics al mismo tiempo que granjeaba méritos para levantar el que fue su primer premio al Defensor del Año. De cara al nuevo curso, y a pesar de la llegada de Malcolm Brogdon, el texano parte como favorito para ocupar el puesto de titular en la organización. Algo para lo que sería deseable que los problemas de su tobillo hubiesen desaparecido por completo. Si hacemos casos a sus palabras, deberían quedar pocas dudas sobre el asunto.
(Fotografía de portada de Elsa/Getty Images)