El 7 de marzo de 2009, Shaun Livingston firmaba contrato con los entonces Tulsa 66ers (hoy Oklahoma City Blue) de la D-League. Era entonces un intento casi desesperado del base para agarrarse a sus menguantes opciones de seguir en la NBA. Dos años antes, al borde de la que debía ser su explosión definitiva como jugador en los Clippers, Livingston sufrió una de las lesiones de rodilla más escalofriantes jamás vistas en una cancha de baloncesto. No solo su carrera estuvo en peligro, sino incluso la posibilidad de caminar con normalidad durante el resto de su vida.
Tras una lenta y laboriosa recuperación, incluyendo ese breve paso por la D-League y ser cortado en plena temporada 2012-13 por el entonces peor equipo de la liga (Washington), Shaun Livingston ha encontrado un hueco como suplente de lujo en los Warriors. Irónicamente, uno de los pasos fundamentales para consolidar su regreso fue en Cleveland, el equipo al que ayudó a derrotar anoche y que le recuperó al final de esa misma campaña 2012-13.
Livingston nunca será el All-Star que prometía en su llegada a la NBA como adolescente con vistoso peinado afro en 2004, pero su legado como jugador se afianza con noches como la del primer partido de las Finales NBA. Sus 20 puntos, con un 80% de acierto y sin pérdidas, destrozaron la moral de los Cavaliers. Incluso LeBron James tuvo que quitarse el sombrero ante la gran actuación del base reserva de los Warriors. «Cuando te superan por 45-10 en el banquillo y regalas 25 puntos por 17 pérdidas, no importa lo que alguien haga o deje de hacer, va a ser difícil ganar», explicó la estrella de los Cavs tras el partido. «Obviamente, el balón del partido es para Shaun Livingston. Entró y le dio un gran impulso a su equipo».
La serenidad de Livingston
Para Steve Kerr, Livingston «jugó un gran partido». El entrenador de los Warriors destacó la agresividad el mal partido en el tiro de Stephen Curry y Klay Thompson. Y para el propio MVP, «no ganas campeonatos sin que todo el equipo entre y tenga un impacto en los partidos», explicó Curry. «Y así entró Livingston en el partido, tan sereno, encontró su lugar y tuvo esa confianza para noquearles (a los Cavaliers)».
Esa serenidad mostrada por Livingston durante el partido también se reflejó en sus declaraciones posteriores. Sobre su paso adelante ante los problemas de Curry y Thompson, el base destacó que «atraen tanta atención, especialmente Steph cuando sale del ‘pick-and-roll’, que intentamos estar disponibles para él, hacer jugadas y aliviarle de presión, porque lo único que necesita es que entre un tiro. Sabemos que es igual para Klay y que entran rápido en ritmo». Siempre hablando en primera persona del plural o destacando a otros compañeros, Livingston dejó los elogios para los demás.