Joel Embiid es posiblemente el jugador menos querido en Francia. Tras dar marcha atrás a su compromiso de jugar los Juegos Olímpicos con el país galo para hacerlo con Estados Unidos, el público de París 2024 le ha dedicado sonoros abucheos prácticamente cada vez que ha pisado la pista, situación que es de esperar que se vea multiplicada por 100 durante la final que enfrentará hoy a ambos países. Algo que el de los 76ers, que parece disfrutar de este tipo de momentos, no ha tratado ni mucho menos de evitar.
«Sinceramente, no sé por qué la grada me ha criticado tanto. Me van a abuchear. Y yo voy a devolvérsela y a decirles que se jodan» afirmó el pívot. «Va a ser divertido».
Desde luego, si hay un jugador al que no le van a molestar los abucheos de una grada entera, ese es Embiid. Es más, parece difícil imaginar un combustible mejor para él. El pívot es de esos que adoran sentirse odiados y disfrutan tener un duelo personal con la grada, y en ese sentido es difícil imaginar un escenario mejor para él que esta final olímpica.
Este será no obstante un partido también de mucha presión para él en lo personal, pues se encuentra a las puertas de su primer título como jugador profesional. Mientras que muchos de sus compañeros cuentan ya con trofeos a sus espaldas, ya sea con su equipo de la NBA o con la selección, este no es su caso, dotando a este duelo de un componente personal mucho mayor. Embiid ya fue uno de los jugadores que sacó la cara en la semifinal ante Serbia y contribuyó a evitar la derrota con un sensacional último cuarto, y esta vez es posible que tenga que hacer lo mismo en un ambiente mucho más agresivo y con algo más en juego.
(Fotografía de portada: Gregory Shamus/Getty Images)