La era de James Harden en Philadelphia difícilmente podría haber empezado mejor. Los 76ers no solo han ganado los dos partidos desde su llegada, sino que lo han hecho transmitiendo grandes sensaciones en ataque y haciendo evidente el poder ofensivo que han ganado con la llegada del escolta. Esto ha llevado a Joel Embiid a mostrarse pletórico en sus declaraciones, asegurando que su combinación con Harden, especialmente en el pick & roll, no puede ser frenada.
«Es indefendible» aseguró el pívot. «¿Qué se supone que se puede hacer? Tienes que tomar una decisión: quedarte conmigo o quedarte con James. Y si decides ayudar con más jugadores para cubrirnos a ambos, tienes a Matisse (Thybulle) atacando el aro y al resto de tiradores abiertos».
Es esta opción, la de dejar liberados a los hombres secundarios, por la que seguramente se decanten muchos equipos. Como dice Embiid, su juego con Harden involucra a dos hombres de tanto talento ofensivo que difícilmente puede ser contenido sin ayudas, de modo que sus combinaciones liberarán espacios para sus compañeros. La cuestión será, por tanto, si estos consiguen ser una verdadera amenaza que no permita a las defensas cerrarse sobre las dos estrellas, y es ahí donde puede haber más dudas. Si bien Maxey está a un gran nivel y Niang está siendo muy eficaz desde el triple, habrá que ver si esto se mantiene una vez que lleguen los playoffs.
Con todo, tras solo dos partidos disputados, es pronto para sacar conclusiones precipitadas. Las declaraciones de Embiid llegan quizás demasiado temprano, como también lo haría cualquier análisis catastrofista que se hiciese si los 76ers hubiesen perdido estos dos encuentros. Al fin y al cabo, este es un movimiento que tiene que probar su validez entre abril y junio. Si continúa siendo indefendible para entonces, en Philadelphia tendrán motivos para soñar con un anillo.
(Fotografía de portada: Adam Hunger/Getty Images)