El pívot tuvo que ausentarse entre el final del primer cuarto y el comienzo del segundo para ser atendido
Joel Embiid nos dejó una de las imágenes de la noche cuando restaba poco más de un minuto para concluir el primer cuarto del partido que le enfrentaba a Oklahoma City Thunder. El pívot de Philadelphia defendía una jugada bajo el aro cuando un golpe fortuito provocó que su dedo anular izquierdo quedase dislocado. La imagen al ver su mano fue dura, pero por suerte todo quedó en eso.
«Casi vomito cuando lo vi», comenta Ben Simmons ante la imagen del dedo de su compañero. Muchos creían, incluso el propio Embiid, que el partido había terminado para él, pero los servicios médicos confirmaron que solo había sido una dislocación y el center All-Star pudo regresar para el segundo cuarto.
«Sentí un chasquido en mi pedo y pensé que me lo había fracturado. Me hicieron radiografías y me dijeron que no era nada. Después, al volver, no podía saltar con ambas manos. Un par de veces si pude atrapar el balón con ambas manos, pero solo esas veces. Me dediqué a seguir jugando».
A pesar del aparatoso percance, Embiid concluiría el encuentro con 18 puntos (7 de 17 en tiros de campo), 9 rebotes y 8 asistencias; eso sí, no pudo jugar con su habitual fuerza bajo los aros, lo que permitió que Steven Adams dominase la pintura para irse hasta las 15 capturas. En cualquier caso, ayudó enormemente a que los Sixers se llevasen la victoria por 120-113 para romper una mala racha de cuatro derrotas consecutivas.
Estará contra Boston
Más allá del esfuerzo realizado contra los Thunder, a Embiid se le preguntó si la lesión en su dedo abría la posibilidad de que se ausentase del próximo encuentro ante Boston Celtics. El pívot señaló que era una opción inexistente, por lo que estará sobre la pista cuando los verdes rindan visita en Philadelphia el 10 de enero. Será un partido importante para los Sixers, ya que por ahora se encuentran a tres partidos de distancia de su rival en la Conferencia Este.
(Fotografía de Gregory Shamus/Getty Images)