Philadelphia 76ers parece haber decidido que ha llegado la hora de eliminar de su diccionario la palabra tanking. Para conseguirlo, han dado un giro de 180 grados a la dirección en los despachos -ahora liderada por Bryan Colangelo- y pretenden desde ya confeccionar un plantel competitivo.
Justo pensando en esa meta deportiva, la idea de contar por fin con Joel Embiid -elección nº3 del draft de 2014- alimenta la ilusión de unos aficionados que llevan varios cursos aguatando una oleada de récords negativos por parte de su equipo. Hasta ahí todo bien. Las dudas llegan cuando el equipo anuncia que ese mismo jugador sigue sin estar listo para jugar.
«No va a jugar en las Ligas de Verano, pero sí estará con el equipo en Las Vegas», expresa Colangelo, presidente del equipo.
Esto puede suponer un problema para los Sixers en tanto que les gustaría conocer las condiciones exactas de su jugador, ya que sería esencial a la hora de acometer un traspaso -su valor de cambio depende de ello- o si por el contrario deciden mantenerle en el roster.
En todo caso, esta situación no es alarmante, puesto que en un principio responde más a la prudencia del propio equipo -normal ante un jugador que se ha pasado dos años en blanco por lesiones- que a un contratiempo en su recuperación, la cual, desde hace meses, se anuncia tan buena como para que el propio Brett Brown haya asegurado que espera que esté listo para iniciar el curso 2016-17.