En el verano de 2018 Tony Parker ponía fin a 17 campañas en los Spurs y se unía a los Hornets. Ayer, el calendario puso de vuelta al genio francés en San Antonio, en el duelo que medía a los Hornets con la franquicia de Texas. Era la primera vez que el base regresaba a su casa para jugar con el que fue su equipo por más de tres lustros. Parker estuvo de manera ininterrumpida a las órdenes de Gregg Popovich en los Spurs desde su debut, el 30 de octubre de 2001, hasta el final de la 2017-18.
En San Antonio ganó los anillos de 2003, 2005, 2007 y 2014 y fue MVP de las Finales 2007, además de seis veces All-Star.
Emotivo homenaje a Parker
Así que antes del partido, y como debe ser con héroes y mitos de la franquicia, los Spurs honraron a una de sus leyendas con un emotivo vídeo de dos minutos de duración.
Tras su proyección, el público vitoreó su nombre “Tony, Tony, Tony”, aclamaciones que siguieron cuando Parker entró por primera vez a la pista para jugar, mediado el primer cuarto.
Triunfo de Charlotte
La fiesta fue completa para Parker, ya que sus Hornets consiguieron un valioso triunfo a domicilio (93-108) que permite a Charlotte frenar su mala racha y aferrarse al octavo puesto del Este, con un balance de 20-23 y 1,0 partidos por delante de los Magic.
Parker firmó 8 puntos, 3 rebotes y 4 asistencias en 20 minutos sobre la que fue su pista, aunque en el juego en sí el gran protagonista fue Kemba Walker, 33 puntos y triples. Los Spurs, 25-20, son séptimos del Oeste y tuvieron a LaMarcus Aldridge, 28 puntos, como su mejor hombre dentro de una pobre noche para San Antonio sobre el parqué.
