Nadie puede dudar de Chris Paul. Su juego, su clase, su estilo, su clarividencia sobre la pista… Sin duda es uno de los mejores bases. Entonces, ¿cuál es la duda que despierta su llegada a Houston Rockets? Aunque parezca broma, James Harden.
El curso pasado, con Mike D’Antoni como cabeza pensante, Harden dio el salto de escolta a point guard para conducir uno de los ataques más letales de la liga; no en vano él mismo se marchó hasta los 29,1 puntos y 11,2 asistencias, o lo que es lo mismo y haciendo una cuenta rápida, de sus manos salieron no menos de 55 puntos por noche.
Llegados a este punto, la pregunta que nos hemos hecho muchos es si la llegada de Chris Paul es contraproducente para el nuevo estilo de La Barba. Paul, desde sus inicios en New Orleans Hornets, se ha definido como un base clásico que inicia todas las jugadas y que raramente vemos fuera del balón. Ahora, formando pareja con Harden, no sería así. Para Eric Gordon, compañero de ambos, no supondrá ningún problema.
«Este ataque puede ser realmente simple para Chris porque se trata de tomar decisiones rápidas. Tendrá más tiros abiertos y más tiempo el balón para dar asistencias fáciles. Todo será aún más rápido con él. Cuando tienes a alguien como Chris, que crea jugadas por sí mismo, todo es más fácil. Por supuesto que el año pasado con James ya jugamos rápido. Él aprendió a ser un buen pasador. Tener a los dos en pista lo hace las cosas más fáciles para todos», explica a Fox Sports Australia.
Listo para el asalto
Pensando en los objetivos del curso que se avecina, Gordon entiende que tienen el potencial necesario para hacerse con el campeonato. Por ello, se está preparando para llegar mejor que nunca. «Ya que son tan altas nuestras expectativas, he empezado a entrenar antes. He perdido peso para asegurarme de tener un gran inicio de temporada y poder correr todo el día durante 82 partidos. […] Quiero ser consistente y conseguir anotar tiros sin llegar a cansarme», finaliza.