Houston Rockets empieza a verse como el eterno aspirante. Desde que aterrizase James Harden en la organización de Texas allá por 2012, el equipo siempre se ha mostrado como uno de los mejores de la NBA sin conseguir dar el último paso, el de entrar en las Finales. Han pasado Dwight Howard y Chris Paul como principales acompañantes de La Barba, quien ahora cuenta a su lado con Russell Westbrook. La sociedad con CP3 fue la que estuvo más cerca de tocar la gloria, y es que una inoportuna lesión del base les frenó para terminar cayendo en siete partidos en 2018. ¿Se ha agotado el tiempo? ¿Es momento de reconstruir alrededor de Harden? Uno de sus compañeros, Eric Gordon, desecha tal posibilidad.
El escolta, a quien le restan tres años de contrato con los Rockets, entiende que el grupo que se ha formado está preparado para seguir compitiendo. Por supuesto comprende que deben mejorarse bastantes aspectos, incluido la química entre los componentes de la plantilla, pero no cree que una revolución sea lo más conveniente.
«Siempre hemos sido un equipo que tenía grandes expectativas. Es algo que he visto en los cuatro años que llevo aquí. No se puede olvidar que los equipos con los que perdimos terminaron ganando el campeonato. Por supuesto debemos encontrar formas para superar ese obstáculo. La química podría mejorar. El año pasado hicimos muchos cambios. Pasamos al small-ball a mitad de temporada. En playoffs todo se trata de emparejamientos. Tenemos que ser capaces de reunirnos como grupo y mejorar. Deles la oportunidad a todos para que mejoren; eso nos ayudará a largo plazo. No creo que vayan a reconstruir este equipo. Este equipo es bueno. No me importa lo que diga la gente. Con lesiones y otros asuntos, aún ganamos 50 partidos y seguimos estando en playoffs», sentencia en declaraciones recogidas por USA Today.
Quizás sea la última frase de Gordon la más reveladora. «Aún ganamos 50 partidos y seguimos estando en playoffs». Es un hecho. Houston es un buen equipo que cuenta con uno de los mejores jugadores de la NBA. Eso no está en duda, pero sí que puedan dar el siguiente paso. Como dijimos al principio, con Chris Paul rozaron la gloria y, por supuesto, han sido el equipo que ha puesto en más dificultades a los todopoderosos Warriors. Pero de igual modo, ese equipo no es el de ahora. Russell Westbrook es la segunda espada y no cuentan con un solo jugador interior en plantilla (ala-pívot o pívot) tras los movimientos acometidos en la pasada campaña. Gordon puede tener razón en que romper con todo no es buena idea, pero que necesitan cambios es indudable.
(Fotografía de Douglas P. DeFelice/Getty Images)