El despido de Nico Harrison lleva consigo una conclusión clara: el actual proyecto no tiene demasiado sentido. Y el símbolo de la empresa que iniciaron los Dallas Mavericks el pasado febrero no es otro que Anthony Davis. A quien ya se introduce sin demasiado reparo en rumores de salida. Otra cosa, claro, es que los Mavs vayan a encontrar una buena oferta ahí fuera.
Si el pasado junio Shams Charania decía de forma más o menos interesada que traspasar a Davis arrojaría de inmediato 4 o 5 primeras rondas a las arcas de Dallas, ahora su mercado es incierto. Incluso inexistente. Así lo cuenta Tim Bontemps en ESPN. «Hablando con gente dentro de la liga, no hay muchos equipos que estén dispuestos a tomar un Anthony Davis de 35 años que gana 63 millones de dólares», asevera. Como aclaración, esa es la edad y salario que tendrá AD en 2028, su último curso de contrato (opción de jugador).
Esta devaluación se debe, sobre todo, a su delicadeza física desde que llegó a Dallas y, en segundo término, a la necesidad que se abre en Dallas de vender para recuperar elecciones de primera ronda y poder construir un futuro alrededor de Cooper Flagg.
(Fotografía de portada de Jerome Miron-Imagn Images)





