Acababan de ser golpeados duramente por los Warriors y a LeBron James le tocaba la difícil papeleta de dar la cara ante los medios e intentar explicar lo ocurrido. Algo realmente complicado.
La ventaja por la que han perdido, las sensaciones dejadas y el aroma de no saber cómo atajar el problema en la cancha son complicaciones con las que tienen que lidiar ahora mismo los Cavaliers; y sí, todo el mundo mira a LeBron ahora mismo.
“No estoy decepcionado con nuestros jugadores o frustrado”, comentó el alero. “Sólo tenemos que hacer un mejor trabajo. Tenemos que ser mejores en todas las facetas del juego ofensivo y defensivo, tanto física como mentalmente. Nos han ganado en todo, y nosotros en nada. No ha habido momentos del partido donde nosotros les batiésemos”.
Su mejor versión
El nivel actual de los Cavaliers no está dando para siquiera plantar cara a su rival, aunque la historia podría cambiar una vez la serie ponga rumbo a Ohio en el tercer partido y LeBron empiece a aportar del modo que necesitan su equipo.
“Tengo que ser mejor”, asumió LeBron. “Tengo que ser mejor con la bola. Tratar de crearme las jugadas yo mismo y hacer jugar a mis compañeros al mismo tiempo. Tengo que ser más sólido”.
Defendiendo a LeBron
En el otro lado de la batalla, era Draymond Green quien daba las claves para entender lo que está pasando con la aportación ofensiva de los de Tyronn Lue y, por ende, lo que sucede con el ataque de LeBron.
“Nosotros tratamos de hacer que todo sea complicado”, dijo Green. “Algunos de los lanzamientos de LeBron no entraron, quiero decir, hay que darle crédito a nuestra defensa. Y otros que él falló, simplemente no entraron. Creo que tenemos un buen plan de juego con el que tenemos que continuar el resto de esta serie”.