Bien es sabido que Chicago es un equipo eminentemente defensivo. La importante ausencia de Derrick Rose -recordemos que no tiene fecha de regreso- acrecienta aún más esta faceta del equipo de la Windy City.
Anoche ante Minnesota, los Bulls sólo fueron capaces de anotar 87 puntos en su propio pabellón y aún así pudieron obtener la victoria por un marcador de 87-80.
En la NBA si anotas pocos puntos probablemente salgas derrotado, pero lo llamativo es que desde que Tom Thibodeau llegó a la franquicia de Illinois en la temporada 2010-11, los Bulls tienen un balance de 20-12 cuando anotan menos de 90 puntos, un porcentaje del 62,5% de victorias.
La cifra es aún más impresionante comparándola con el resto de la NBA. Según datos de Elias Sports Bureau, durante el mismo periodo de tiempo los 29 equipos restantes tienen un porcentaje de victorias combinado del 16,7% cuando anotan menos de 90 puntos, una diferencia abismal respecto a Chicago. De hecho ningún otro equipo tiene balance positivo en esa situación y el siguiente mejor récord tras el de los Bulls es el de San Antonio con 7-13, un 35%.
Todo estos datos elevan aún más la reputación de Tom Thibodeau, un magnífico entrenador obsesionado con su trabajo.