«Éste es un equipo único en su especie»

Emociones, declaraciones, confesiones, felicitaciones... las reacciones, llenas de éxtasis, de la plantilla de OKC posteriores al Game 7. Palabras de un equipo campeón.

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Por Enrique Bajo

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A ritmo de Don’t stop me now se abrían en par las compuertas, liberando el confeti del cielo del pabellón. Se sucedían los primeros abrazos, las felicitaciones del rival (nobles en la derrota los Pacers) y los paseos sin rumbo de los jugadores de Oklahoma, llevándose las manos a la cabeza y tratando de asimilar que todo era real: la cruzada había terminado y la comitiva había llegado a puerto.

Campeones de la NBA. Por primera vez en la ciudad de Oklahoma.

Luego de la asimilación, la explosión de júbilo. Champán, gafas de esquí para protegerse los ojos y más abrazos y cánticos sin letra. Tarima, discurso de Adam Silver, MVP para Shai (primer jugador que hace doblete en un mismo año desde LeBron James en 2013) y Larry O’Brien para todos.

Y luego, la rueda de prensa menos obligada de la temporada.

Habla el triple MVP

Shai Gilgeous-Alexander se alzó con su tercer título de jugador más valioso; al de la fase regular y las Finales de Conferencia le ha seguido, también, el de las Finales de la NBA.

«He sacrificado mucho para llegar hasta aquí, pero nadie se ha sacrificado más que mi familia para que haya llegado a donde estoy. Éste era mi objetivo y mi sueño, y ellos han dejado sus aspiraciones a un lado para que yo pueda alcanzar las mías. No hay manera de agradecer tanto amor. Es una victoria de todos nosotros». Fueron las primeras palabras del hombre de la temporada con los auriculares a pie de pista. De agradecimiento puro a su círculo más íntimo.

También tuvo un mensaje de reconocimiento y cariño luego para Haliburton: «Es algo que odias ver en el deporte en general, pero en especial en momentos como éste. Me imagino que me hubiese pasado a mí, jugando el partido más grande de mi vida y algo así me ocurre… es una desgracia, no es justo. Pero estas cosas no son justas a veces (…) Tiene un futuro brillante, su equipo va a seguir siendo muy bueno por un largo tiempo. Un jugador impresionante y un equipo impresionante. Le deseo lo mejor».

Ramona Shelburne quiso resaltar el hecho de que una plantilla tan joven hubiese sido capaz de afrontar y gestionar con tanto éxito dos duelos de eliminación. Dos Game 7. «Priorizamos ganar por encima de todo. Lo hemos hecho durante toda la temporada. No nos importa que sea el partido uno o cuarenta y cinco de la regular season. Y tratamos de hacerlo siempre al máximo nivel. Se siente increíble… ha sido mucho peso sobre mis hombros, mucho estrés con el que vivimos, todas las noches debes salir a ganar y encontrar el camino para hacerlo».

SGA también mencionó lo mucho que le han ayudado sus preparadores y entrenadores en convertirse un mejor jugador a la hora de cerrar partidos y tomar el control en los tramos clave, añadiendo que «cree que aún puede seguir mejorando», y que es lo que se necesita para ser algún día comparado con otras grandes leyendas, capaces de aparecer en los momentos importantes.

Dort, JDub, Holmgren, head coach y Caruso

Luguentz Dort –más bisonte que nunca anoche– regresó a la pista para celebrar, engalanado con sus dos banderas, la de Canadá y la de Haití. «Si miro atrás y veo mi primer año, fui undrafted, hace seis años tuve probablemente la peor semana de mi vida y ahora soy campeón de la NBA… es una locura cómo esta organización ha creído en mi, ha creído en el proceso y estoy muy agradecido y muy feliz por estar aquí».

Jalen Williams: «Son muchas emociones… no era un tipo muy conocido en la universidad… y tres/cuatro años después ser campeones de la NBA y teniendo un peso importante en el equipo… es un regalo de Dios».

Chet Holmgren: «Cuando tienes que sacrificarte por el equipo, hacer lo correcto para estar preparado en cada momento, lo que se necesita… ahí es donde te das cuenta que estás rodeado de campeones. Y hay que darle mucho crédito a Sam Presti por haber sido capaz de construir un equipo de campeones».

Mark Daigenault: «Se han comportado como campeones, han competido como campeones, se han apoyado profundamente entre ellos y han peleado por el éxito del compañero, lo que es una rareza en el deporte profesional… lo he dicho muchas veces y lo vuelvo a decir: este es un equipo único en su especie y ahora son campeones».

Alex Caruso: «¡Ahora tengo uno de verdad!», respondió el guard sobre cómo se siente ganar un campeonato fuera de la pandemia y con las gradas repletas de público. «La forma en la que está construido este equipo en comparación con el que fuimos campeones en (los Lakers) 2020… creo que éste ha sido mucho más duro por la (falta de) experiencia. Este equipo ha sido capaz de crecer y aprender sobre la marcha. La mayor parte de los equipos aprenden desde la derrota. Y este equipo ha sido capaz de hacerlo desde el éxito. Es una habilidad única en chavales que van de los 21 a los 27 años. Y es genial vivirlo en persona».

(Fotografía de portada de Kyle Terada-Imagn Images)

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