Pocos caracteres en la NBA pueden sostener más autodeterminación y confianza que Kobe Bryant. Anoche, en el partido disputado ante los Grizzlies, volvió a quedar demostrado.
Con 19 segundos para el cierre y con Memphis uno arriba (105-106), Jeremy Lin no cometió falta sobre Mike Conley de forma inmediata. Supuestamente, según LakersNation, el base de los Lakers estaba aplicando órdenes de Byron Scott, técnico del equipo, quien le había ordenado que no hiciera falta hasta que el reloj marcase 10 segundos para el final.
A todo esto, Byrant creyó conveniente que la falta llegara antes de tal momento. Primero, trató de mover a Lin para que cometiera la personal, a viva voz y gesticulando visiblemente. Al ver que no surtía efecto, fue él mismo quien llevó a Conley a la línea de tiros libres.
Que fuera él y no el propio Lin, claro, provocó el enfado de Kobe con su compañero.
Contrasentidos del juego, los Lakers acabaron hincando la rodilla debido a que Bryant erró el tiro que hubiera forzado la prórroga. Aunque, eso sí, el ’24’ contó con menos de un segundo de reloj para intentar la heroicidad.