Se le pedía una evolución en el apartado ofensivo y un desarrollo en el tiro en suspensión. Y así lo ha hecho. Tras dos temporadas de adaptación y una tercera de pequeños destellos, Evan Mobley está recogiendo este curso los frutos de muchas horas de trabajo.
El interior de los Cleveland Cavaliers está registrando un acierto en el triple del 43,7%, en 2,9 intentos por velada, superado ya el primer tercio de la temporada. Dos años antes, su efectividad desde larga distancia se hundió hasta el 21,6% lo que disparó muchas dudas sobre su asentamiento en la NBA y la cohesión del juego interior junto a Jarrett Allen.
Si bien gran parte de sus puntos siguen condensándose en la pintura, Mobley está sacando petróleo también desde la larga distancia. De forma más concreta, desde las esquinas, donde está acertando el 60% de sus intentos de tres puntos.
De hecho, en este mes de diciembre firmó las tres mejores actuaciones de su carrera desde el triple. El día 7 registró su tope con seis aciertos ante los Charlotte Hornets y, recientemente, encadena dos partidos por encima del 50% tras sumar, respectivamente, tres y cuatro triples en las victorias sobre Utah y Denver.
En todo este proceso, el papel del cuerpo técnico ha sido fundamental para que Mobley dé este significativo salto hacia adelante como tirador. «Los entrenadores y compañeros de equipo han estado encima de mí», declaró el ala-pívot al periodista Chris Fedor de Cleveland.com. «Cada vez que dejo pasar un tiro liberado, me repiten una y otra vez que tire. Tener entrenadores y compañeros así ayudan a tener confianza. Así que voy a seguir tirando».
Esta mejoría se está traduciendo también en el mejor promedio anotador en la carrera de Mobley, con 18,8 puntos por velada, aunque donde continúa siendo totalmente diferencial es en defensa: los de Ohio encajan 8,2 menos por cada cien posesiones con él en pista, lo que lo sitúan en el percentil 92 de la liga.
(Fotografía de portada de Isaiah J. Downing-Imagn Images)