Damian Lillard lo ha vuelto a hacer. No es noticia, pero sí remarcable, cómo el base de Portland vive año tras año rozando la excelencia baloncestística. Anoche, ante los Pelicans, fueron 50 puntos (20 en el último cuarto) para levantar a unos Blazers que parecían hundidos durante gran parte del partido. Al final: 125-124 a favor del Dame Time.
No hubo canasta milagrosa, pero sí una reacción final que se acercó a tal calificativo. Cuando restaban seis minutos para el final del encuentro New Orleans dominaba cómodamente por 17 puntos (100-117). El partido parecía sentenciado, pero no fue así. Los locales fueron recortando distancias, principalmente a base de triples, y cuando restaban 5.2 segundos se encontraban solo un punto abajo (123-124). El balón era para los Pelicans. Con guardarlo y recibir falta les podía bastar. La historia fue distinta. Lonzo Ball sacó de banda hacia Nickeil-Alexander Walker, quien parecía tener una recepción sencilla; sin embargo, el balón se le escapó por la banda. La pérdida dio una oportunidad a Portland que no desaprovechó. El balón fue a manos de Lillard, cuyo intento de lanzamiento fue frenado en falta por Eric Bledsoe. No falló el base desde la línea de personal. El intento a la desesperada de Zion Williamson no entró.
La actuación de Lillard se cerró con 50 puntos, 6 rebotes y 10 asistencias, mientras firmaba un genial 13 de 20 en tiros de campo. Concluido el encuentro, el point guard admite que este partido, por la remontada final, será uno de los partidos que permanezcan en su memoria. «Creo que por la forma en que sucedió y la posición en la que estábamos en la recta final… esta será una victoria que recuerde».
Regreso de McCollum
La victoria tuvo su celebración, pero antes del salto inicial ya había satisfacción en los de Oregon al ver a C.J. McCollum de vuelta con ellos. Tras dos meses sin jugar por una fractura en el pie izquierdo (se lesionó el 16 de enero frente a Atlanta Hawks), el escolta regresó jugando 27 minutos para aportar 10 puntos. McCollum fue titular, pero tal y como anunció Terry Stotts antes del encuentro, tuvo minutos limitados. Quien por ahora sigue sin poder disputar minutos en Jusuf Nurkic, quien se fracturó la muñeca también en el mes de enero.
Mientras el shooting guard coge el tono, Lillard contó con la colaboración desde el banquillo de Gary Trent Jr., que se mostró como su mejor escudero con 22 puntos en 32 minutos de juego. Carmelo Anthony ayudó en varias facetas del juego con 9 puntos, 6 asistencias, 4 rebotes y 2 robos.
Van Gundy, dolido
New Orleans jugó un gran partido, al menos hasta los minutos finales. Brando Ingram se fue hasta los 30 puntos, Zion Williamson firmó 28 puntos y 8 asistencias, Lonzo Ball anotó 11 y repartió 17 pases de canasta… y el banquillo tampoco falló con los 20 puntos de Nickeil Alexander-Walker anotó 20 puntos (incluidos seis triples). Si el encuentro hubiese durado 42 minutos lo habrían bordado, pero en los seis últimos echaron a perder. Stan Van Gundy cree que el equipo se olvidó de jugar y empezó a mirar el marcador en esos momentos decisivos.
«Simplemente no jugamos de la misma manera en que lo hicimos el resto del partido, era como si estuviéramos tratando de agotar el tiempo. Hablamos de eso antes de esta noche: tenemos que tirar la pelota al piso y hacer nuestro. No lo hicimos esta noche», sentencia.
(Fotografía de Steve Dykes/Getty Images)