Aunque podríamos pecar de oportunismo, de tal palo tal astilla.
Anoche disfrutamos de un gran partido de los Sacramento Kings en el que se alzaron con la victoria ante Houston Rockets con DeMarcus Cousins como protagonista. El center aglutinó 26 puntos y 12 rebotes, prodigándose una vez más desde el triple (2/4) con ese catch &shot llegando desde atrás que empieza a ser habitual.
Si bien hoy ‘Boggie’ se mantuvo tranquilo y se marchó feliz, tuvo que ser su manager personal, Andrew Rogers, quien diera la nota discordante.
Corría el tercer cuarto cuando Ben McLemore robó un balón y se dirigió como un rayo a destrozar el aro rival. Jason Terry, en su afán por perseguirle, trató de ponerle, en vano, un tapón, y se pasó algo de frenada. Lo justo para apoyar su mano en Rogers, y lo justo para que éste se picara y soltara un manotazo.
Tras organizarse un pequeño tumulto los árbitros revisaron la jugada y, de acuerdo a varios medios, Rogers fue expulsado del recinto.
Una mancha menor que no ensucia la derrota de los locales y en la que James Harden, a pesar de sus 33 puntos, nada pudo hacer. Finalmente los Kings se impusieron por 97-107.
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