La NBA, Estados Unidos y toda la corteza terrestre eran conscientes de estar ante uno de los encuentros más importantes de siempre. Finales de la NBA, en su Game 7, en forma de enfrentamiento definitivo e histórico. El partido, no en vano, terminó siendo el más visto en televisión en los últimos 18 años.
Para encontrar un duelo de Finales NBA más visto por televisión hay que remontarse hasta el título de 1998, en el que los Chicago Bulls de Michael Jordan dejaron a los Utah Jazz al otro lado de la frontera para siempre.
El último Warriors-Cavaliers de esta temporada (18,9 de cuota nacional de pantalla), el partido de ayer, superó a los encuentros de Finales más vistos en la actual era temporal NBA. El Lakers-Celtics del año 2010 cosechó un 18,2, y el último choque entre Heat y Spurs del 2013 llegó a un 17,7 de porcentaje de penetración. Ésas eran hasta ayer las Finales más seguidas de los últimos tiempos.
La presente ronda por el título se consolida, con estos datos, como uno de los clásicos que la NBA guardará para siempre en sus altares más elevados. Dentro de los lugares implicados del partido, como es lógico, las cuotas de pantallas fueron mayores. En Ohio, fue de un 46,3 y en San Francisco, de 39,4.
Podría emitirse la sentencia, pues, de que las actuales Finales, y en particular el séptimo partido, han sido la ronda que más ha interesado a Estados Unidos desde el último anillo de Michael Jordan. Cálculos rociados de historia, en la actualidad.